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viernes, 24 de diciembre de 2010

Rapport Urbano.




Reporte 1: La vérité

Primero que todo hay que considerar el desagradable calor pegajoso que se adhiere a la piel de manera incontrolable, y casi irritante. La mala ubicación de esas montañas; color beige, y la aglutinación de unos cuantos personajes –turistas- que están de visita en aquel lugar. El caos es un pueblo, el caos impresionantemente fuera de la ciudad. De igual manera escucho el agudo sonido de las cornetas de los carros, los gritos incesantes de los vendedores de turno, y esa diminuta arenilla que se cola, en cualquier rincón escondido de nuestro cuerpo.

Segundo: como detesto el humo, y ante este pensamiento, y por mas chatarra en ruedas que halla a mi alrededor, logro contener la respiración, inhalar y exhalar, sentir el sabor del mar en mi boca, y una que otra ola que golpea mis pulmones. La vista que se pierde en el horizonte de los medanos, y el resplandor del sol que hace escarcha a la arena; me hacen olvidar por un momento, el empalagoso dulce de leche de cabra, las cornetas y los turistas insaciables de ruido.

Reporte 2: Le mensonge

No logro contener el frió, el fuerte olor de los habitantes, y la mierda de las palomas, es irónico pero esa misma rata voladora que habita en Caracas, tiene hasta un aire de simpatía, pero aquí ocurre lo contrario, hasta ellas te ven de mala manera, y si eres un incauto serás una presa en esa plaza que esta infestada de ellas. Una cosa son los animales, otras las grandes manifestaciones de arte a mi alrededor. Tal vez ya no recuerde donde estoy, tal vez crea que estoy en mi ciudad natal, que yo no nací donde nací, que mi creación se vio rodeada de grandes columnas, maravillosas prosas e imágenes que invocan a un recuerdo prestado. Pienso que la Iglesia de la Coromoto es solo una casa para los necesitados, y que mi bautizo fue llevado a cabo dentro de Notre Dame.

Suelo soñar con una falta de identidad, como si estuviera en un L'aubergue espagnol, rodeado de todo un poco, de ficción y realidad, de prisión y libertad. No es Paris lo más hermoso, tampoco es lo más perfecto, tal vez y prefiera a Chad, Zambia o Botsuana, tal vez y prefiera a Caracas, pero simplemente, es sentirse estar en la ciudad del amor, no como en Roma o Londres.

Experimentar la infidelidad a la francesa, el beso a la francesa, la suavidad de un croassaint francés, sentir el acento parisino, y volar, volar lo más alto desde la torre Eiffel.


10/06/2004

Daniel Dannery.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Esta vez, si.

Está vez, si. Está vez que nos dan permiso para aplacar nuestro semblante y hundirnos en la espesura de la noche, lograr divisar las ganas del sueño, de inmiscuirse y flotar en universos paralelos. Está vez que saboreamos pezones en la oscuridad como un halo de fresa fresca, y flor de cereza y acidez a hoja de ciruela. Que vivimos la felicidad a medias o media felicidad, quizás odiamos un poco menos. Que la noche es manta de lana cobijando las penumbras austeras. Esta vez, nos han quitado los ojos. Y el miedo por no poder llorar lo han arrancando vilmente sufriendo el mismo dolor del Edipo.

Daniel Dannery
Una mañana fría del 24 de octubre de 2006

domingo, 14 de noviembre de 2010

Con los codos en la mesa por favor.

Me acabo de encontrar con un post que no era post. Yo en 2007 no tenía blog, pero la estructura de éste escrito (mas un soliloquio que cualquier cosa) le da esa facultad de Pre Post. Realmente creo que tiene que ver con una condición que tenemos los seres humanos de hablar con nosotros mismos, de ahí que creo, que los diarios personales son útiles para resguardar nuestras memorias.

En mi caso no llevo diario, nunca lo he llevado, y siempre me ha parecido como cosa de niña, en el buen sentido, quizás ahora con el blog, que es como una forma de recordar aquello que me hace un ser humano y mis inclinaciones seudointelectuales, sea un diario, y yo me este contradiciendo.

Finalmente lo que me parece atractivo de este Pre Post es su facultad de documento histórico, han pasado tres años, y bueno en tres años pasan muchas cosas, y hace tres pasaron más cosas aun.

Así me veía yo en 2007, no es que las cosas hayan cambiado mucho.

Obra: Ser o No Ser.

Con los codos en la mesa por favor.

Daniel Dannery 11/10/07

Entre las tantas cosas que pueblan lugares comunes, uno se entera de pendejadas tan triviales que llegan a ser importantes para la psiquis, por lo menos para la mía.

De burdeles que se llaman El Tiburón, como la película de spilberg o la canción aquella de proyecto 1 que luego se sustituyo por el alacrán. De cámaras para resguardar la seguridad del 23 a toda costa, ¡cuidado! Que ya no hay tiros de alerta, sino directo a la cabeza. Que las tribus urbanas ya no son de hippie´s, come gatos y Punketos, sino de ravers, emos y metros –quizás la misma vaina con diferente nombre-. Y que por más que trates de romper el molde inevitablemente en ese afán terminas tú convirtiéndote en uno de ellos.

Que la edición de la real academia española de 100 años de soledad que acaba de salir cuesta 22.000 bolos, pero el libro del Arquitecto de sueños: técnicas para alcanzar tus sueños sin salir de casa, sin trabajar, y solo pensando en la divina concepción, alcanza los 50 bolos fuertes.

Que en Miranda Regresa, lo que costó la replica de la cama es el mismo presupuesto que la película entera de Risquez, a pesar de que los reales se los gastó en coca, hoteles y comida. Que no se cuantos muertos murieron en el atentado de las torres, pero los muertos de SIDA en el mundo triplican esa cantidad. Que estamos peor que la cancioncita de disneylandia, y que 4to Poder en el 2005 seguía pensando que la fuerza latina va pa arriba, stand up.

¿Y a quién coño le importa todo esto? Seguro a mi pana Jesús que se fue para Alemania, hablando mal de Venezuela, pero que todas las mañanas revisa la Internet: www.eluniversal.com ¡por que hay que estar enterado de las cosas!...pero que coño, sino te importa este brebaje preparado por la bruja de blanca nieves ¿para qué te los vas a tomar?, que Cristina está preñada, y que Britney se volvió loca.

-¿Britney se volvió loca?

-Si pero te contaba que la economía del país se viene abajo en enero del año que viene.

-No chico, la economía del país se fue abajo desde que Uslar Prietri habló de sembrar el petróleo…háblame de Britney ¿Qué le paso?

Y entre dimes y diretes, así rueda la tómbola como carroza de juglar.

De mal acabados artistas moribundos, de tanta sal en el plato que no es necesario echar la pizca detrás del hombro izquierdo, de llamar la atención y de llamados de atención, de comiquitas ínter estérales para mejorar los tantras mantricos de la emoción asidua que nos compete día a día.

Y yo me diré entre brebaje etílico sacado a chorros de enjuague bucal ¿hacen las tetas a la mujer o La mujer se hace mujer por cargar tetas? ¿Tupí or not tupí? se encargaría de preguntar el querido Andrade ya comido por los gusanos y los restos hechos polvo del polvo y la ceniza a la ceniza. Total que nos caen a patadas y somos personajes de un cuento de Pablo Palacios, destructuralizados.

En fin… que se encargue Britney de los problemas del mundo.

Enrique Enríquez me aconsejó y me dijo:

De tanto pensar te transformas en duda.

Te siento fuertemente inclinado a arroparte hasta las orejas en tus propias obsesiones. Sopesa tus opciones cuidando de no quedarte eternamente alelado en el acto de pensar. Tal vez ha llegado la hora de que entregues la soga que tienes al rededor del cuello a dos niños que han de usarla para saltar.


Rompe la jaula sin quebrar su contenido. Es importante que busques una ventana desde la cual puedas lanzar todos tus pájaros al mundo sin caerte tú.

Bueno Britney busca con quien jugar, mi soga te la entrego a ti.

Publicado en Noviembre 2010.

lunes, 8 de noviembre de 2010

La Niña Caprichosa.

Recuerdo que mi libro favorito cuando era un niño, se llamaba "La Edad de Oro". Ya de grande he descubierto que esa joya impresa, no es más que una revista editada por Martí en aquella época hermosa de la Cuba de principios de siglo.
En aquella revista, Martí publicaba traducciones de cuentos infantiles, de los cuales soy un fanático de uno en especial, el cual pedía a mi padre que me leyera siempre antes de acostar, "la Fabula de Meñique" un cuento maravilloso, que espero puedan leer, si ya no lo han hecho.
Y por supuesto Martí publicaba algún que otro poema de su autoria, entre mis preferidos está el titulado la "Los Zapaticos de Rosa" un hermoso poema del cual les dejo el link. Recuerdo esto, porque luego de haber escrito este poema me doy cuenta de cuanta influencia tienen en mi, esos versos de Martí (Guardando las distancias claro.) pues lo mio, es casi un ejercicio.

La Niña Caprichosa.

1
Mira niña que lindo lazo
te han dado en el carnaval,
luce venusto y lacio
como tu piel de cristal.

Aurora de labios gruesos
jazmines de arrabal,
tus ojos azules cielo
aguas de hontanar.

Volando por la ensenada
parvo y abandonado,
haz dejado sobre la tierra
el regalo preciado.

2
Mañana de olor naranja
gritillos y violetas,
las niñas de la colmena
que visten muy coquetas.

¡Mira mami aquellos lazos
que bien visten a las niñas!
juegan graciosas melodías
sobre sus lindas cabecillas.

Dame una para combinar,
y estar linda en la fiesta,
con los zapaticos color rosa
y la falda de azucena.

¡Ésta niña caprichosa!
susurra la madre a la pequeña:
mañana en el carnaval
seguro habrá sorpresa.

3
Así como el tiempo dado
seguiste sobre tus pasos,
y al olvidarte del lazo
tus sueños en desahucio.

La madre brazos abiertos
sonríe desde el zaguán,
la niña le lanza un beso
antes de contestar.

Pequeña ¿Dónde está el lazo?
tu padre ayer lo ha comprado
abonando al tejedor
por el paso de caballos.

Dice la niña incauta:
¡En mi lacia cabellera!
sujetando mi bordado
de color castaño claro.

Tu cabello anda suelto
y ondea con el viento,
¿Tú descuido lo ha dejado
enterrado bajo el cedro?

Mira niña que capricho
de tus padres has logrado,
de querer queriendo quieres
lo dejado ante tus pasos.

Daniel Dannery.
08/11/2010.

martes, 26 de octubre de 2010

1001.

Mi vecino, murió hace ya casi tres años en circunstancias realmente patéticas e inhumanas, rodeado de miseria y toda la porquería de la que puede estar cercado un hospital, yo mismo que me he visto afectado con problemas de salud, conozco en carne propia, lo que es estar en una sala de emergencias de un hospital como el "Perez de León", o pasar una temporada primaveral en esas maravillosas habitaciones que se caen a pedazos, y huelen al verdadero olor humano, a lo que olería la Europa de la edad media seguramente.
Teniendo experiencia como paciente de hospital que soy, y ademas viviendo al lado de este ser Maravilloso que fue Ricardo Rosario, luego de su muerte, mi homenaje póstumo a este hombre fue escribir ésta obra. Escrita luego de haber entrado a su casa, y ver que tanto la sala, como el cuarto, casi hasta la cocina, estaban atiborrados de libros.
Me impresionó, porque hizo lo que yo he querido hacer, convertir mi hogar en una biblioteca, a estas alturas, quizás jamas consiga una novia, pero siempre tendré los libros.

1001
Comedia Hospitalaria.
Daniel Dannery


A la memoria de
Ricardo Rosario

LA ACCIÓN TRANSCURRE EN UNA HABITACIÓN DE HOSPITAL. HAY UNA CAMA DONDE YACE UN ENFERMO MORIBUNDO QUE SE QUEJA CONTINUAMENTE. LOS DOS HOMBRES HABLAN FRENTE A LA CAMA.

HOMBRE 1: 1001
HOMBRE 2: ¿1001?
HOMBRE 1: ¡1001!
HOMBRE 2: Que barbaridad
HOMBRE 1: Si, si ¿A quién se le ocurre?
HOMBRE 2: Pues yo tengo apenas unos 10, y sólo he leído 1.
HOMBRE 1: Y quién tiene tiempo en estos días para ponerse a leer
HOMBRE 2: ¿Pero estás seguro que eran 1001?
HOMBRE 1: Yo mismo los conté antes de venir
HOMBRE 2: Que excentricidad
HOMBRE 1: Lo mismo pensé yo. ¡Que excentricidad!
HOMBRE 2: Vaya que es una manera de hacer de tu casa una biblioteca.
HOMBRE 1: Así es.
HOMBRE 2: ¿Pero hoy en día quién va a una biblioteca?
HOMBRE 1: Acaso los estudiantes
HOMBRE 2: Es que nadie tiene tiempo de hacer nada, ni de vivir, y mira a este. (REFIRIÉNDOSE AL ENFERMO QUE HA ESTADO QUEJÁNDOSE TODO ESTE TIEMPO) en vez de aprovechar el poco plazo que le dan a uno de vida, se lanzó a leer. Seguro fue la lectura lo que lo mató.
HOMBRE 1: Pero todavía no está muerto
HOMBRE 2: Tiempo no es lo que le queda
HOMBRE 1: Ni ganas ¿verdad?
HOMBRE 2: Así es.
HOMBRE 1: ¿Y la familia?
HOMBRE 2: Tomando café
HOMBRE 1: ¿Y el doctor?
HOMBRE 2: Tomando café
HOMBRE 1: ¿Y la enfermera?
HOMBRE 2: Tomando Té
HOMBRE 1: ¿Té?
HOMBRE 2: Si, me comentó antes de irse a su casa a tomar el Té, que vivió en Inglaterra hace unos años, y pues le quedó la manía
HOMBRE 1: Claro, a mí me pasó lo mismo cuando estuve en Francia.
HOMBRE 2: ¿Tomabas mucho té?
HOMBRE 1: Pero una cosa descontrolada
HOMBRE 2: Claro. –PAUSA- Yo siempre tomo café
HOMBRE 1: Eso es porque no has viajado… tienes que recorrer mundo.
HOMBRE 2: ¿Pero con qué tiempo?
HOMBRE 1: Es verdad… ¿con qué tiempo?... pero me parece una falta de respeto… pobre hombre… míralo, famélico, desorientado, y se le nota en la cara las ganas terribles que tiene de tomarse un café.
HOMBRE 2: No, dijo que no.
HOMBRE 1: ¿En serio?
HOMBRE 2: Balbuceaba descontroladamente cuando le preguntaban ¿ Quieres café? Y él: ayyyy ayyyy… ¿Un poco de Té? Y él: ayyyy ayyyy…
HOMBRE 1: Que difícil, seguro que si le das un libro no lo piensa dos veces
HOMBRE 2: ¿Para comérselo?
HOMBRE 1: Después de echarle una lectura rápida.
HOMBRE 2: Las cosas que tiene que vivir uno. No nos enseñan realmente. Llevar una vida tan miserable para acabar muriendo desgraciadamente.
HOMBRE 1: Aún no está muerto.
HOMBRE 2: Claro, claro… pero a éste no lo salva nadie. ¿Y para qué? Para dejar el dinero malgastado, en tazas de Té y 1001 libros.
HOMBRE 1: Yo creo que a el no le gustaba el Té
HOMBRE 2: Y por lo visto tampoco el café. -PAUSA-
HOMBRE 1: ¿Y su esposa?
HOMBRE 2: Llamó hace rato, estaba en camino.
HOMBRE 1: ¿Preocupada, no?
HOMBRE 2: Al parecer le dio un ataque depresivo cuando le avisaron.
HOMBRE 1: Pobre mujer… Tantos años de matrimonio deben pesar.
HOMBRE 2: Apenas 2… y estaban por divorciarse.
HOMBRE 1: Vaya… lamentable.
HOMBRE 2: Si, lamentable.

ENTRA UN HOMBRE VESTIDO DE MANDADERO, CON UN GRAN RAMO DE FLORES EN LA MANO. Y EN LA OTRA MANO ALGO DE COMIDA QUE COME INSACIABLEMENTE.

MANDADERO: Es aquí donde está el muerto.
HOMBRE 1 Y 2: ¡Aún no está muerto!
MANDADERO: Claro, pero es que a este no le queda mucho ¿no?
HOMBRE 1: ¡Flores! que bonito detalle
HOMBRE 2: Hermoso.
MANDADERO: Para nada.
HOMBRE 1: ¿Para nada?
MANDADERO: Para nada. Al menos si se le notara un poco mas conciente. Pero gastar en flores para alguien que no le queda mucho. Es como gastar dinero en nada.
HOMBRE 1: Que hombre tan poco sensible.
HOMBRE 2: Pero es verdad. A el ni le gustaban las flores.
HOMBRE 1: En serio. Y yo que le pensaba comprar algunas.
HOMBRE 2: ¿Y por qué no las compraste?
HOMBRE 1: ¿Con qué tiempo?
HOMBRE 2: Es verdad… ¿con qué tiempo? Y menos mal que tampoco las compraste. Dinero tirado a la basura.
MANDADERO: A la basura. (TIRA EL RAMO DE FLORES EN UNA PAPELETA)
HOMBRE 1: Pero hombre, cómo haces eso.
MANDADERO: Yo pensaba…
HOMBRE 2: Mejor ahorre neuronas.
HOMBRE 1: Y tiene una tarjetita.
HOMBRE 2: ¿Qué dirá?
HOMBRE 1: Sería una falta de respeto invadir la privacidad ajena.
HOMBRE 2: Es verdad. ¡Pobre hombre! (ACERCÁNDOSE AL MORIBUNDO) gastar dinero en nada.
MANDADERO: (LEE) “Para que tu camino no sea oscuro, aquí hay flores que alumbrarán tu rumbo
HOMBRE 1: ¿Y quién las manda?
MANDADERO: No dice.
HOMBRE 1: Ah, entiendo. A nadie le gusta que le identifiquen con un muerto.
MANDADERO Y HOMBRE 2: ¡Que no está muerto!
HOMBRE 1: Claro pero a este…
HOMBRE 2: shhh.

ENTRA EL MEDICO CON UN REMOVEDOR EN LA BOCA.

MEDICO: ¿Entonces? Ya se murió.
HOMBRE 2: ¡sufre!
MEDICO: Ya veo… ¿y la enfermera?
HOMBRE 2: Tomando Té.
MEDICO: Bueno… cualquier cosa me avisan. Voy a bajar a comprar café.
MANDADERO: ¿Y a mí quién me paga esto?
MEDICO: ¿Y este quién es?
MANDADERO: Mucho gusto. Yo soy el que trae las flores.
MEDICO: ¡Que bonito detalle! Pero traerle flores a un muerto… (SALE)

HOMBRE 2: Tome, aquí tiene. Y lo que sobra se lo gasta en lo que quiera. Sea bueno y cierre la puerta al salir.
MANDADERO: Pero aquí falta.
HOMBRE 2: ¿Cómo que falta?
MANDADERO: ¿Y el transporte quién me lo paga a mí?
HOMBRE 1: Hay que ver como está la situación hoy en día.
HOMBRE 2: ¿Pero usted no trabaja para una empresa?
MANDADERO: No, a mi me pago un señor ahí abajo para que subiera éstas flores.
HOMBRE 1: ¡Será posible!
HOMBRE 2: ¿¡Que le pagó!?
MANDADERO: Pero una miseria… ni para un tinto. Más gastó en el ramo.
HOMBRE 2: No sea tan descarado y váyase de aquí.
MANDADERO: Mis más sentido pésame ¿eh? (SALE)

HOMBRE 2: ¿Has visto?
HOMBRE 1: Increíble… que la persona no haya subido a entregar las flores en persona, es una descortesía total. Como si este (EL MORIBUNDO) no pudiese reconocernos.
HOMBRE 2: Oye ¿será qué si nos reconoce?
HOMBRE 1: Claro… Ni que estuviese muerto.
HOMBRE 2: Es verdad.
HOMBRE 1: Y que raro que no llega la esposa.
HOMBRE 2: Es que entre el divorcio y éste muriéndose, a quién no le van a quedar ganas de morirse, lo poco que le podía quedar de la repartición de bienes, lo va a gastar en el funeral.
HOMBRE 1: ¡Que cosa con el dinero!... siempre tan así, con tan eso, que tiene el dinero.
HOMBRE 2: Pero por lo visto, aquí como que le dan mucha importancia… porque hay que ver que este hueco es de lo más barato que se pudieron haber conseguido.
HOMBRE 1: Sea donde sea hay que chequearse, sino dejas pasar el tiempo y terminas como este.
HOMBRE 2: Claro, ¿pero con qué tiempo?
HOMBRE 1: Oye…dejó de quejarse.
HOMBRE 2: ¿Se habrá muerto?
HOMBRE 1: ¿Tú dices? A mí con el pavor que me dan los muertos.
HOMBRE 2: Ufff y a mi.

ENTRA LA ENFERMERA. CON UN VESTIDO BLANCO ESCOTADO, TACONES DE PUNTA, CABELLO ARREGLADO. PARECE CUALQUIER COSA MENOS UNA ENFERMERA.

ENFERMERA: ¿Se murió?
HOMBRE 1: ¿Y usted quien es?
HOMBRE 2: Ah llegó… Pues parece que éste está listo.
ENFERMERA: No puede ser… Pero si se le veía tan bien cuando me fui a tomar el Té.
HOMBRE 1: Ah, ya. La enfermera.
ENFERMERA: Era tan buen muchacho.
HOMBRE 1: ¿Lo conocía desde hace mucho?
ENFERMERA: Unas pocas horas… pero desde que llego aquí, tenía ese aspecto de chico bueno… Como los hay pocos.
HOMBRE 1: Si, si… de los mejores.
HOMBRE 2: Intachable.
HOMBRE 1: Bondadoso
HOMBRE 2: Esplendido.
HOMBRE 1: Muy buena persona eso si… claro tenía ese gustito por los libros que jamás entenderé… Pero muy buena persona.
ENFERMERA: Bueno llamare al doctor, para que haga el informe.
HOMBRE 1: Pero por qué no se queda un rato más… Íbamos a rezar por su alma.
ENFERMERA: Lo lamento…de verdad lo lamento… ¿Pero con qué tiempo? Ya es la hora del Té. (SALE)
HOMBRE 1: Claro, con qué tiempo.
HOMBRE 2: Además era agnóstico.
HOMBRE 1: Terrible enfermedad. ¿De eso murió?
HOMBRE 2: Jamás lo sabremos.

LOS DOS SE ACERCAN A LA CAMA DEL MORIBUNDO. Y LO VEN EN SILENCIO. EL HOMBRE 1 COMIENZA A LLORAR INCONTROLADAMENTE. HASTA LLEGAR A UN PUNTO EN QUE EMPIEZA A DARLE MANOTAZOS EN EL PECHO AL MORIBUNDO. EL HOMBRE 2 SE MANTIENE ALEJADO DE TODO ESTO, PERO NO DEJA DE MIRAR AL MORIBUNDO.

HOMBRE 1: Jamás lo entenderé.
HOMBRE 2: ¿Qué cosa?
HOMBRE 1: ¿Quién en su sano juicio tiene 1001 libros en su casa?
HOMBRE 2: Nadie, por supuesto. Nadie.

LAS LUCES VAN BAJANDO. EL HOMBRE 1 ABRAZA AL HOMBRE 2, SE MANTIENEN ASÍ, POR UNOS SEGUNDOS. HASTA QUE UN QUEJIDO ESTRUENDOSO PRODUCIDO POR EL MORIBUNDO LOS SEPARA.

OSCURO.

Daniel Dannery
Diciembre 2008.

domingo, 24 de octubre de 2010

Sainete de Cumpleaños.

Para escuchar mientras se lee:
Sainete de Cumpleaños.
Al Bicentenario,
que me acojona los Huevos.
¿Quién reinará ésta noche?
Seguramente la escoria de ésta ciudad. Entre los ojos danzantes apuñalando hipocresía, esa represión que se hace con el trago en la mano meneando la cadera en un compás de música clásica; que no acompaña al Beat.
Uno, dos, uno dos. Como un vals a la apariencia de dos primaveras verdes que te resguardan la cara. O fealdad dibujada de lujo, que quién sabe, debería quedarse amontonada entre el cementerio de pitillos, pajillas, mentiras que se acumulan entre la vida microoscopica de los rincones mas sórdidos de tus mejillas.
Un canto a Baco o más bien, una suplica para que, no de beber su vino a todos los niches de esta gran nube tóxica.
Porque ustedes reyes de las máscaras, son la lluvia ácida que corroen el pensamiento Apolinio desgarrando la vida de los otros. Succionadores de vidas. Malvivientes.
Veo el rencor de la gente verde, la de billetes, veo la lastima saliendo de mis uñas deseosas de arrancar cada acaro serpenteante de tu cuerpo.
He de preferirte de mal olor, con odio en los ojos, y un arma apuntando mi humanidad. He de creerte mejor a ti, gran Dios de la muerte, que tienes la potestad de decidir si es mi turno, te prefiero a ti, porque estas mas cerca del cielo y conversas a diario con los papalotes, con los ríos y el temor.
En cambio, tu, desdichada, infeliz, te jactas de profesar la individualidad, el libre comercio (de tu cuerpo) para atacar con saña de Lamia en los insólitos silencios de tus movimientos.
Si me has de descuartizar, por ideológico, pero no las de tonadas, hazlo de manera de que pueda ver en tus faros, una luz cercana al bombillo de mi habitación, para recordar que cada ensenada y gota de sudor gastada, tuvo una razón de ser, no así tu insignificante paso por este corredor.
El día que cumplas otros 200 años, te regalare un llavero, para que al menos te acuerdes de mi.
Daniel Dannery.
Oct-2010.

viernes, 22 de octubre de 2010

Batalla.


"Hay dos tipos de Batallas, las que libras contra el mundo, y aquellas que libras contra ti, esa última, es la menos importante."
S.V.


Aquí la pornografía de un beso espontaneo
la situación de Dionisio vestido de tacones
poseído por faldas y sweaters rojos
mientras un PIN de Blackberry invade tenebroso
entre los bolsillos asqueados de sudor, apretados.

La pornografía del bebé que toma la compota de la cuchara
de niñas blancas hijas de madres negras
de pubis carbonizados y cabelleras rojas
pues en todo nos transculturizamos
esa oda porno que le hago a tus ojos
pues como miras de reojo
los lagrimales de humo en el encierro
atontan los glandes babeantes.

Oh si, esa pornografía de las lesbianas tronando copas
y riendo,
cuanto de filia e ismo hay en ello
y la testosterona oculta bajo esa suela
propiedad de Afrodita, la dueña de esas sonrisas.

Y el deseo del suicidio
la pornografía que hay en el suicidio,
la libertad que se encuentra ahí
justo en esa puerta,
abierta a nadie.

Daniel Dannery.
Oct-2010.
1:16am.

sábado, 9 de octubre de 2010

Cuando Sabana Grande se haga más pequeña.

Sabana Grande.

Cuando Sabana Grande se haga más pequeña.

-Ya me duelen menos los pliegues de las piernas.

Hay una rumba en esta estación, la indecorosa savia del olor a saliva.

Sofía inmaculada en la puerta número tres. El respaldo de la dosis dialorreica de nuestra generación.

El señor de la noche,

el señor de la noche.

Y la Laura con las tetas caídas, no importa, el primo se la coge y, así todo queda en familia.

Escucha hermano

la canción de la alegría.

Hemos, estamos donde nada persiste, en la solides de la materia.

Hablamos 1000, 1100, 1200, porque toda tarifa sube, ¿Quién la baja?

Hay una rumba, un festejón de tequeños, huevos, y otras culturas de aminoácidos francamente destacables.

Hay quien corre, Sofía se queda estática, ve el árbol caminar y pasar ante su vista. Sofía de la Clemencia, del hado de desnudez plasmada en el nombre de la franquicia griega: “Evolución”.

-Francamente me duelen mucho menos los pliegues de las piernas.

Hay un sudor que corre en agonías súbitas de mierda consagrada, un hedor de pascua vencida que se sobre limita ante la raya roja del lector de códigos de barras. Leemos.

Existe un gran sentido de pertenencia en las hojalatas cuadriculadas de las carreteras. Sofía, quieta.

Mañana sobraran las luces cuando Sabana Grande se haga más pequeña, o se apaguen de una vez por todas las luciérnagas inquietas que se tambalean en los postes quemados.

¿Soy yo una luciérnaga? –Se pregunta Sofía-.

Nadie en la solidez de las noches vivas se cuestiona acerca del origen de las cosas, sobre si en tierras nórdicas existió una balandra parecida a la Isabel. Y aún ante tal presagio de locura cultural, un par de viejas refinadas piden la ralladura del limón para un pase ácido, una muestra de la incandescente dulzura típica, tradicional y autóctona de esta república de oro. Vanagloria del sentimiento, al estacionamiento de las mentiras.

Sofía ahí está.

-Cuando me dejen de doler, ya no recordare.

Hay un rumbón en esta cueva de dios. Una estratosfera de dudas llenas de simplicidades.

Mañana cuando todo este bien, un té de linaza y un baño interno de llagas superpuestas en el hormigón te harán olvidar.

Como te quiero Sofía. Por ver el paisaje en esta carretera llana de felicidad. Aún hoy, antes de tanto andar, mírate.

Sofía la tierna escultura de llanto.

Daniel Dannery

2007

miércoles, 29 de septiembre de 2010

¡Teriyaki!

Pintura: George Grosz. The Lovesick Man. (1916)

¡Teriyaki!

Drama Dadaista o Comedia Costumbrista.

Daniel Dannery.

Dos hombres están sentados. Uno lee el periódico. El otro tiene una carta en su mano. A su alrededor una mujer y otro hombre están tirados sobre el espacio. No tocan a la puerta. La mujer andará por ahí, como una mascota o algo así.

CARTERO: Hay alguien en la puerta

PERIODISTA: ¿Tocan?

CARTERO: No sé.

Este dialogo se repite seguidamente tres veces, cada una de las veces en situaciones distintas. Luego sonido en la puerta, pero nadie hace caso. Finalmente todo continua con naturalidad.

PERIODISTA: La oficina esta oscura, no puedo leer así.

CARTERO: ¿Sabes?

PERIODISTA: …oscura te digo

CARTERO: Se fue la luz y no ha vuelto

PERIODISTA: Seguro fue la lluvia de anoche que arremetió contra todo, se vino abajo el foco, y plash, a la mierda la calle y el foco.

CARTERO: ¿No te diste cuenta? –Pausa-

PERIODISTA: Que vas a saber tú. Eres tan lento como esos tipos que andan en muletas, ya quisieras tú andar en muletas, tal vez el ejercicio físico te puede hacer pensar en otras cosas, agilizarla… la cabeza.

CARTERO: Mira…

PERIODISTA: De nuevo, otra vez lo mismo, ¿Ya te diste cuenta?, la oficina esta sucia –Pausa- aunque no puedas verla porque no hay luz. Yo sé que él tipo ese venia, se traía a una de sus mujeres y no le importaba dejar luego rastros de lo que hacia por todo el lugar…

CARTERO: Los de al lado siempre me decían que eran varias… Y bajitas.

PERIODISTA: Si. Flacas, gordas, que una vez hasta trajo un hombre. Pero te digo algo, yo soy incapaz de botarlo, ¿Luego quién viene a arreglar los libros?, a mi me da igual que utilice de hotel este hueco.

CARTERO: Eso lo adivina cualquiera…

PERIODISTA: Además, se le nota en la cara que no pagaría una habitación compartida.

CARTERO: Me han dicho que es que tiene un serio problema con la Soledad.

PERIODISTA: ¿ Con la Soledad?, a mi me tiene sin cuidado. Si esa es una puta. No la ves losd domingos en la mañana: Soledad para acá, Soledad para allá. A ese no le importa si no ensartársela a cualquiera –Pausa corta-. Pero yo te digo una cosa, como lo encuentre yo en una de esas, con cualquier virgen desprevenida, lo mando a la mierda.

CARTERO: Lastima… Por Soledad, será muy puta, pero no se le puede quitar que canta lindo.

PERIODISTA: -Como leyendo un libro de poesía-

Te digo.

Camina y camina, pero a pie.

Es que ya no llevamos ruedas,

ahora andamos con la lentitud,

de cualquier persona.

Claro hay muchos por ahí que creen andar rápido, pero es lo mismo, andan y andan y siguen llegando tarde.

CARTERO: ¿Te dije?

PERIODISTA: ¿Qué?

CARTERO: ¿Si?

PERIODISTA: Dime

CARTERO: No

PERIODISTA: ¿Por qué?

CARTERO: ¿Qué?

PERIODISTA: Vamos...

CARTERO: Si.

PERIODISTA: ¿No?

CARTERO: Anda, que te cuesta…

PERIODISTA: No.

CARTERO: Vamos, suéltalo.

PERIODISTA: ¿El sabor?

CARTERO: Lo que sea

PERIODISTA: Ok, ok, cuenta.

CARTERO: Es muy buena, es dulce.

PERIODISTA: ¿Algo japonés?

CARTERO: Si, japonés.

PERIODISTA: Los Japoneses nos van a invadir. Nos van a comer en sus salsas, y hasta los huesos los van a triturar para poder digerirlos mejor.

CARTERO: Rn el mercado venden salsa preparada –hace el gesto- en pote.

PERIODISTA: ¿Te das cuentas? ya no van a tener ni que prepararla ellos. Primero nos matan, luego se van a cualquier bodega, se compran un pote de la salsa, y… primero un dedo, luego el ojo.

CARTERO: ¡Eso si!… ellos no desperdician nada.

PERIODISTA: Hasta las uñas las untarían en esa porquería, por eso es que tienes que tener cuidado -Pausa- ¿Ah ver?... que traten de comerme a mi.

CARTERO: ¿Cómo se escribe catarsis?

PERIODISTA: Déjame en paz, tú y tús malditas salsas japonesas. No te das cuenta que estoy ocupado –se recuesta del asiento y prende un cigarrillo-. Todavía tienes una carta por leer. Empieza quiero escucharla.

CARTERO: ¿Seguro que no sabes?, ¿es Catarsis o Katarsis…o será Khatarsis? -Obviamente la diferencia no será ninguna en la voz del actor-

PERIODISTA: Así…dulce. Tú sabes, como la miel. Deslizándose rápidamente por la garganta, quitándole la resequedad al pollo. Ahora lee, que estoy ansioso.

CARTERO: ¿A quién me dijiste que esperábamos?

PERIODISTA: Ya te digo que el estar así no sirve de nada, esto es una basura…

CARTERO: ¿A quién esperamos?

PERIODISTA: -Aburrido- Al violador de niñas...

CARTERO: Vayámonos. Me canse.

PERIODISTA: ¿Ah, si? ¿Y de qué? ¿De estar encerrado? Como si fueras tú nada mas. Yo también llevo días sentado leyendo lo mismo, además hace frío, y no me dieron nada con que abrigarme.

CARTERO: Ya verás que llega.

PERIODISTA: Si, pero no me quiero imaginar cómo.

CARTERO: Violarlas. Como si las pequeñitas quisieran.

PERIODISTA: De toda la vida. Vamos, que esas le abren las piernas al primero que le diga algo bonito, no hay que caerse a mentiras, cualquiera logra tal proeza y más si trabajas en una biblioteca.

CARTERO: Pues ya la retina la debe tener en el piso.

PERIODISTA: Mira que recitar poesía ajena como si fuera de uno...

CARTERO: ismos, ias…

PERIODISTA: Ya todo se escucha igual. Te dije que era mejor que nos dejaran las ruedas…añoro el sonido ¿tu no?, y claro los chismes de la mañana. ¿No recuerdas? -Pausa- Comienza a leer, te escucho.

CARTERO: No remite a nadie…-abre el sobre, lee lo siguiente: Hoy martes he visto un arco iris de siete franjas y cinco colores. Punto. Sobre la arena se refleja la sombra de una mujer. Punto. Sigo buscando el libro que se me escapó de las manos, ¡maldito! Libro incapaz de dejarse leer. Punto. Aún no comprendo cómo las palabras pudieron huir sin decir nada, desgraciadas palabras mudas. Punto... Y seguido.

PERIODISTA: Muy bien.

CARTERO: -Sigue la lectura-…Unas hojas cayeron sobre un charco de agua salina, creo pensar que lo escrito en ellas es irrecuperable. Coma. La mujer que hace sombra se acerca cada vez más. Punto y aparte. Insisto, maldito libro. Punto y final.

PERIODISTA: Bonito… ¿Quién lo escribió?

CARTERO: No dice.

PERIODISTA: ¡Cállate!..-Pausa- Tenemos que tomar en cuenta las maniobras operativas. Todo consiste en ir sacando de cuando en cuando un evento circunstancial…

CARTERO: ¿En qué salsa por favor?...

PERIODISTA: ¿Rostizado?...

CARTERO: ¿Al horno?...

PERIODISTA: ¿En brasa?...

CARTERO: ¿Desea echarle mojito?

PERIODISTA: ¿Un poco de picante a lo mejor?...

CARTERO: -diplomático- ja, ja, ja,…

PERIODISTA: Figúrese usted que justo anoche hablaba con mi esposa acerca de lo que acontece a diario dentro del entorno.

CARTERO: Es que ya todo nos aqueja, los modos de vida, los modos de cambiarse y quitarse…

PERIODISTA: los modos, nodos, nudos y nidos. ¿Qué anoche rompí un huevo?... pobre yema, pero yo no quería, fue un accidente.

Se abre la puerta que antes se presumía cerrada y entra el mesonero algo apurado

MESONERO: ¿Alguien quiere agua?

CARTERO: El agua es buena, sirve para pasar los malos ratos.

MESONERO: Si, si, si, si, toma, un poco de agua.

PERIODISTA: ¡YA!, basta, siguen tomando agua y luego tenemos el cuerpo inundado.

CARTERO: Anoche tomé agua antes de dormir, antes de que me trajeran aquí, me dijeron: engorda, engorda, si sigues tomando agua cuando te piquemos,no sabrás a nada, y saldrán de tus venas ríos de agua. Que comas te digo…

PERIODISTA: Yo prefiero que me tomen, a que me coman. Es mejor. Por lo menos no sientes cuando te están masticando. Crujen, rechinan, y nos llenamos de saliva. -Estornuda-

MESONERO: Gracias

PERIODISTA: ¿Gracias?

CARTERO: ¿Cómo las quieres?

PERIODISTA: No, no.

CARTERO: -Al mesonero- Tranquilo, tranquilo. Bueno es mejor que un de nada.

PERIODISTA: Por favor, déme unas gracias con acompañante.

CARTERO: Sí nos damos tres oportunidades, entonces nos comen, nos saborean y luego nos cagan.

PERIODISTA: Hay que ver que clase de ácidos nos tocan. No es lo mismo que nos corten de bandejas distintas. A ver tú, ven acá –al mesonero- ¿Comes?

CARTERO: No, no digas nada, es simple, si no comes te comen, y si comes igual terminan devorándote, el hambre piensa más que cualquier pensamiento.

PERIODISTA: Es que vamos por la calle pensando en qué vamos a comer. Dime. ¿Crees que es justo?: -enumerando- Te quiero comer el coño. Quiero comer filet mignon. ¡Por favor! Un omelet con tostadas francesas. ¿A quién coño le importan las tostadas francesas? Quiero comer ensalada de pato con salsa de maní. Quiero comerle las uñas a la puta de la esquina. ¡Que basura!

CARTERO: Ah ver, ¡muestra tu dedo!, no, come más, come más…mmmm todavía está muy flaco.

MESONERO: ¡Que le den agua al escuálido!…

CARTERO: Pobre de él. Mírale el espinazo, se le notan todos los huesos. La gente cuando me ve en la calle me confunde con un viejo, maldita ignorancia. No es eso. Es como un espejo, piensan en moléculas y demás cosas que no me competen. ¡H2O! por favor.

MESONERO: No, no, no, no, H2O no, por dios si es más fácil decirle agua.

PERIODISTA: Nadie lo notó, igual se lo terminan comiendo. Que mierda, es que yo te digo, no hay moral, no hay moral, después seguimos y seguimos y es lo mismo, ¿A quién le importa?, dame un vaso de agua.

CARTERO: ¿Tendrás por allí edulcorante?

PERIODISTA: Siento que se me va el mundo, se mueve, se mueve…

CARTERO: Es que estoy muy flaco, y a veces se me baja la tensión, necesito un poco de azúcar, pero sabes, ando en dieta y la azúcar engorda. Tengo unos caramelos libres de azúcar…

PERIODISTA: No importa. Yo espero a que venga y él seguro me trae lo que yo necesito… ¿qué te decía? un día andaba caminando y pensando…

CARTERO: -cortante- Hermoso cuestionamiento, aparte que ayuda a ejercitar el corazón, sobre todo si lo haces paralelamente.

PERIODISTA: ¡Cállate! Déjame terminar…-retomando- pues pensaba que ya he perdido mis días felices, maldita sea, mis días felices, como si los recuerdos se los hubieran tragados y no lo sueltan por nada, ya estoy atragantado de tantos recuerdos.

CARTERO: Pero da lo mismo que podamos perder un día entero…

PERIODISTA: Perderlos, desaparecerlos, todo es igual…

CARTERO: ...Y como si nada hubiese ocurrido nos quedamos sin un Lunes ¿Te imaginas?, de igual manera siempre andamos perdiendo el tiempo, las horas, los minutos…

PERIODISTA: Y eso que ellos desgraciadamente pasan rápido.

MESONERO: ¿Les conté alguna vez sobre las propiedades del agua?, ¿Saben que el agua está llena de partículas…

CARTERO: Cuando fui a Estados Unidos compre agua en capsulas.

PERIODISTA: ¿Ah si?, ah ver dame una…

CARTERO: No, yo sé, que yo no traje las pastillas…

PERIODISTA: ¿Entonces…

MESONERO: El medico me dijo que eran exactamente ocho vasos de agua al día…y yo cumplí, te lo juro que cumplí… Luego viene y me dice que estoy reteniendo liquido y que está discretamente orgulloso de mi… ¿puedes creerlo?...-llora-.

CARTERO: Shhhh….la calle.

PERIODISTA: ¿Escuchas algo?

CARTERO: Cállate. Déjame escuchar…

MESONERO: ¿Y si son galones de agua?

PERIODISTA: Ve a ver… seguro es él que ya llegó y nos viene a sacar.

El cartero sale de escena.

MESONERO: A quién le importa que esté reteniendo liquido...

PERIODISTA: -Horrorizado- ¿Tú has visto cómo ha dejado el lugar?... es increíble

MESONERO: Necesito agua, alguien que me de agua…

PERIODISTA: Pero si tienes una jarra llena en las manos, ¿te has vuelto loco?

El cartero entra a escena.

CARTERO: Nadie importante. Sólo una niña vendiendo galletas de la fortuna.

PERIODISTA: ¿Y no preguntó por él?, seguro es una de las suyas.

CARTERO: No, andaba como muerta y con el vestido hecho añicos. Creo que estaba escapando de alguien, me pidió que le diera dinero, para ya sabes que pienso de ese tipo de gente. Ah y me dio ésta bolsa.

PERIODISTA: ¿Y qué tiene?

CARTERO: Pollo.

MESONERO: ¿Y agua?

CARTERO: No, agua no, sólo pollo.

PERIODISTA: Que extraño.

Se repite la acción del principio. Y la obra continua, así, eternamente.


Abril.

2006.

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