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miércoles, 29 de septiembre de 2010

¡Teriyaki!

Pintura: George Grosz. The Lovesick Man. (1916)

¡Teriyaki!

Drama Dadaista o Comedia Costumbrista.

Daniel Dannery.

Dos hombres están sentados. Uno lee el periódico. El otro tiene una carta en su mano. A su alrededor una mujer y otro hombre están tirados sobre el espacio. No tocan a la puerta. La mujer andará por ahí, como una mascota o algo así.

CARTERO: Hay alguien en la puerta

PERIODISTA: ¿Tocan?

CARTERO: No sé.

Este dialogo se repite seguidamente tres veces, cada una de las veces en situaciones distintas. Luego sonido en la puerta, pero nadie hace caso. Finalmente todo continua con naturalidad.

PERIODISTA: La oficina esta oscura, no puedo leer así.

CARTERO: ¿Sabes?

PERIODISTA: …oscura te digo

CARTERO: Se fue la luz y no ha vuelto

PERIODISTA: Seguro fue la lluvia de anoche que arremetió contra todo, se vino abajo el foco, y plash, a la mierda la calle y el foco.

CARTERO: ¿No te diste cuenta? –Pausa-

PERIODISTA: Que vas a saber tú. Eres tan lento como esos tipos que andan en muletas, ya quisieras tú andar en muletas, tal vez el ejercicio físico te puede hacer pensar en otras cosas, agilizarla… la cabeza.

CARTERO: Mira…

PERIODISTA: De nuevo, otra vez lo mismo, ¿Ya te diste cuenta?, la oficina esta sucia –Pausa- aunque no puedas verla porque no hay luz. Yo sé que él tipo ese venia, se traía a una de sus mujeres y no le importaba dejar luego rastros de lo que hacia por todo el lugar…

CARTERO: Los de al lado siempre me decían que eran varias… Y bajitas.

PERIODISTA: Si. Flacas, gordas, que una vez hasta trajo un hombre. Pero te digo algo, yo soy incapaz de botarlo, ¿Luego quién viene a arreglar los libros?, a mi me da igual que utilice de hotel este hueco.

CARTERO: Eso lo adivina cualquiera…

PERIODISTA: Además, se le nota en la cara que no pagaría una habitación compartida.

CARTERO: Me han dicho que es que tiene un serio problema con la Soledad.

PERIODISTA: ¿ Con la Soledad?, a mi me tiene sin cuidado. Si esa es una puta. No la ves losd domingos en la mañana: Soledad para acá, Soledad para allá. A ese no le importa si no ensartársela a cualquiera –Pausa corta-. Pero yo te digo una cosa, como lo encuentre yo en una de esas, con cualquier virgen desprevenida, lo mando a la mierda.

CARTERO: Lastima… Por Soledad, será muy puta, pero no se le puede quitar que canta lindo.

PERIODISTA: -Como leyendo un libro de poesía-

Te digo.

Camina y camina, pero a pie.

Es que ya no llevamos ruedas,

ahora andamos con la lentitud,

de cualquier persona.

Claro hay muchos por ahí que creen andar rápido, pero es lo mismo, andan y andan y siguen llegando tarde.

CARTERO: ¿Te dije?

PERIODISTA: ¿Qué?

CARTERO: ¿Si?

PERIODISTA: Dime

CARTERO: No

PERIODISTA: ¿Por qué?

CARTERO: ¿Qué?

PERIODISTA: Vamos...

CARTERO: Si.

PERIODISTA: ¿No?

CARTERO: Anda, que te cuesta…

PERIODISTA: No.

CARTERO: Vamos, suéltalo.

PERIODISTA: ¿El sabor?

CARTERO: Lo que sea

PERIODISTA: Ok, ok, cuenta.

CARTERO: Es muy buena, es dulce.

PERIODISTA: ¿Algo japonés?

CARTERO: Si, japonés.

PERIODISTA: Los Japoneses nos van a invadir. Nos van a comer en sus salsas, y hasta los huesos los van a triturar para poder digerirlos mejor.

CARTERO: Rn el mercado venden salsa preparada –hace el gesto- en pote.

PERIODISTA: ¿Te das cuentas? ya no van a tener ni que prepararla ellos. Primero nos matan, luego se van a cualquier bodega, se compran un pote de la salsa, y… primero un dedo, luego el ojo.

CARTERO: ¡Eso si!… ellos no desperdician nada.

PERIODISTA: Hasta las uñas las untarían en esa porquería, por eso es que tienes que tener cuidado -Pausa- ¿Ah ver?... que traten de comerme a mi.

CARTERO: ¿Cómo se escribe catarsis?

PERIODISTA: Déjame en paz, tú y tús malditas salsas japonesas. No te das cuenta que estoy ocupado –se recuesta del asiento y prende un cigarrillo-. Todavía tienes una carta por leer. Empieza quiero escucharla.

CARTERO: ¿Seguro que no sabes?, ¿es Catarsis o Katarsis…o será Khatarsis? -Obviamente la diferencia no será ninguna en la voz del actor-

PERIODISTA: Así…dulce. Tú sabes, como la miel. Deslizándose rápidamente por la garganta, quitándole la resequedad al pollo. Ahora lee, que estoy ansioso.

CARTERO: ¿A quién me dijiste que esperábamos?

PERIODISTA: Ya te digo que el estar así no sirve de nada, esto es una basura…

CARTERO: ¿A quién esperamos?

PERIODISTA: -Aburrido- Al violador de niñas...

CARTERO: Vayámonos. Me canse.

PERIODISTA: ¿Ah, si? ¿Y de qué? ¿De estar encerrado? Como si fueras tú nada mas. Yo también llevo días sentado leyendo lo mismo, además hace frío, y no me dieron nada con que abrigarme.

CARTERO: Ya verás que llega.

PERIODISTA: Si, pero no me quiero imaginar cómo.

CARTERO: Violarlas. Como si las pequeñitas quisieran.

PERIODISTA: De toda la vida. Vamos, que esas le abren las piernas al primero que le diga algo bonito, no hay que caerse a mentiras, cualquiera logra tal proeza y más si trabajas en una biblioteca.

CARTERO: Pues ya la retina la debe tener en el piso.

PERIODISTA: Mira que recitar poesía ajena como si fuera de uno...

CARTERO: ismos, ias…

PERIODISTA: Ya todo se escucha igual. Te dije que era mejor que nos dejaran las ruedas…añoro el sonido ¿tu no?, y claro los chismes de la mañana. ¿No recuerdas? -Pausa- Comienza a leer, te escucho.

CARTERO: No remite a nadie…-abre el sobre, lee lo siguiente: Hoy martes he visto un arco iris de siete franjas y cinco colores. Punto. Sobre la arena se refleja la sombra de una mujer. Punto. Sigo buscando el libro que se me escapó de las manos, ¡maldito! Libro incapaz de dejarse leer. Punto. Aún no comprendo cómo las palabras pudieron huir sin decir nada, desgraciadas palabras mudas. Punto... Y seguido.

PERIODISTA: Muy bien.

CARTERO: -Sigue la lectura-…Unas hojas cayeron sobre un charco de agua salina, creo pensar que lo escrito en ellas es irrecuperable. Coma. La mujer que hace sombra se acerca cada vez más. Punto y aparte. Insisto, maldito libro. Punto y final.

PERIODISTA: Bonito… ¿Quién lo escribió?

CARTERO: No dice.

PERIODISTA: ¡Cállate!..-Pausa- Tenemos que tomar en cuenta las maniobras operativas. Todo consiste en ir sacando de cuando en cuando un evento circunstancial…

CARTERO: ¿En qué salsa por favor?...

PERIODISTA: ¿Rostizado?...

CARTERO: ¿Al horno?...

PERIODISTA: ¿En brasa?...

CARTERO: ¿Desea echarle mojito?

PERIODISTA: ¿Un poco de picante a lo mejor?...

CARTERO: -diplomático- ja, ja, ja,…

PERIODISTA: Figúrese usted que justo anoche hablaba con mi esposa acerca de lo que acontece a diario dentro del entorno.

CARTERO: Es que ya todo nos aqueja, los modos de vida, los modos de cambiarse y quitarse…

PERIODISTA: los modos, nodos, nudos y nidos. ¿Qué anoche rompí un huevo?... pobre yema, pero yo no quería, fue un accidente.

Se abre la puerta que antes se presumía cerrada y entra el mesonero algo apurado

MESONERO: ¿Alguien quiere agua?

CARTERO: El agua es buena, sirve para pasar los malos ratos.

MESONERO: Si, si, si, si, toma, un poco de agua.

PERIODISTA: ¡YA!, basta, siguen tomando agua y luego tenemos el cuerpo inundado.

CARTERO: Anoche tomé agua antes de dormir, antes de que me trajeran aquí, me dijeron: engorda, engorda, si sigues tomando agua cuando te piquemos,no sabrás a nada, y saldrán de tus venas ríos de agua. Que comas te digo…

PERIODISTA: Yo prefiero que me tomen, a que me coman. Es mejor. Por lo menos no sientes cuando te están masticando. Crujen, rechinan, y nos llenamos de saliva. -Estornuda-

MESONERO: Gracias

PERIODISTA: ¿Gracias?

CARTERO: ¿Cómo las quieres?

PERIODISTA: No, no.

CARTERO: -Al mesonero- Tranquilo, tranquilo. Bueno es mejor que un de nada.

PERIODISTA: Por favor, déme unas gracias con acompañante.

CARTERO: Sí nos damos tres oportunidades, entonces nos comen, nos saborean y luego nos cagan.

PERIODISTA: Hay que ver que clase de ácidos nos tocan. No es lo mismo que nos corten de bandejas distintas. A ver tú, ven acá –al mesonero- ¿Comes?

CARTERO: No, no digas nada, es simple, si no comes te comen, y si comes igual terminan devorándote, el hambre piensa más que cualquier pensamiento.

PERIODISTA: Es que vamos por la calle pensando en qué vamos a comer. Dime. ¿Crees que es justo?: -enumerando- Te quiero comer el coño. Quiero comer filet mignon. ¡Por favor! Un omelet con tostadas francesas. ¿A quién coño le importan las tostadas francesas? Quiero comer ensalada de pato con salsa de maní. Quiero comerle las uñas a la puta de la esquina. ¡Que basura!

CARTERO: Ah ver, ¡muestra tu dedo!, no, come más, come más…mmmm todavía está muy flaco.

MESONERO: ¡Que le den agua al escuálido!…

CARTERO: Pobre de él. Mírale el espinazo, se le notan todos los huesos. La gente cuando me ve en la calle me confunde con un viejo, maldita ignorancia. No es eso. Es como un espejo, piensan en moléculas y demás cosas que no me competen. ¡H2O! por favor.

MESONERO: No, no, no, no, H2O no, por dios si es más fácil decirle agua.

PERIODISTA: Nadie lo notó, igual se lo terminan comiendo. Que mierda, es que yo te digo, no hay moral, no hay moral, después seguimos y seguimos y es lo mismo, ¿A quién le importa?, dame un vaso de agua.

CARTERO: ¿Tendrás por allí edulcorante?

PERIODISTA: Siento que se me va el mundo, se mueve, se mueve…

CARTERO: Es que estoy muy flaco, y a veces se me baja la tensión, necesito un poco de azúcar, pero sabes, ando en dieta y la azúcar engorda. Tengo unos caramelos libres de azúcar…

PERIODISTA: No importa. Yo espero a que venga y él seguro me trae lo que yo necesito… ¿qué te decía? un día andaba caminando y pensando…

CARTERO: -cortante- Hermoso cuestionamiento, aparte que ayuda a ejercitar el corazón, sobre todo si lo haces paralelamente.

PERIODISTA: ¡Cállate! Déjame terminar…-retomando- pues pensaba que ya he perdido mis días felices, maldita sea, mis días felices, como si los recuerdos se los hubieran tragados y no lo sueltan por nada, ya estoy atragantado de tantos recuerdos.

CARTERO: Pero da lo mismo que podamos perder un día entero…

PERIODISTA: Perderlos, desaparecerlos, todo es igual…

CARTERO: ...Y como si nada hubiese ocurrido nos quedamos sin un Lunes ¿Te imaginas?, de igual manera siempre andamos perdiendo el tiempo, las horas, los minutos…

PERIODISTA: Y eso que ellos desgraciadamente pasan rápido.

MESONERO: ¿Les conté alguna vez sobre las propiedades del agua?, ¿Saben que el agua está llena de partículas…

CARTERO: Cuando fui a Estados Unidos compre agua en capsulas.

PERIODISTA: ¿Ah si?, ah ver dame una…

CARTERO: No, yo sé, que yo no traje las pastillas…

PERIODISTA: ¿Entonces…

MESONERO: El medico me dijo que eran exactamente ocho vasos de agua al día…y yo cumplí, te lo juro que cumplí… Luego viene y me dice que estoy reteniendo liquido y que está discretamente orgulloso de mi… ¿puedes creerlo?...-llora-.

CARTERO: Shhhh….la calle.

PERIODISTA: ¿Escuchas algo?

CARTERO: Cállate. Déjame escuchar…

MESONERO: ¿Y si son galones de agua?

PERIODISTA: Ve a ver… seguro es él que ya llegó y nos viene a sacar.

El cartero sale de escena.

MESONERO: A quién le importa que esté reteniendo liquido...

PERIODISTA: -Horrorizado- ¿Tú has visto cómo ha dejado el lugar?... es increíble

MESONERO: Necesito agua, alguien que me de agua…

PERIODISTA: Pero si tienes una jarra llena en las manos, ¿te has vuelto loco?

El cartero entra a escena.

CARTERO: Nadie importante. Sólo una niña vendiendo galletas de la fortuna.

PERIODISTA: ¿Y no preguntó por él?, seguro es una de las suyas.

CARTERO: No, andaba como muerta y con el vestido hecho añicos. Creo que estaba escapando de alguien, me pidió que le diera dinero, para ya sabes que pienso de ese tipo de gente. Ah y me dio ésta bolsa.

PERIODISTA: ¿Y qué tiene?

CARTERO: Pollo.

MESONERO: ¿Y agua?

CARTERO: No, agua no, sólo pollo.

PERIODISTA: Que extraño.

Se repite la acción del principio. Y la obra continua, así, eternamente.


Abril.

2006.

Sin títulos: 1, 2, 3 y 4.

1.

Tratemos de irnos esta noche en un carruaje vestido de negro,

Que las palabras no sean el pan nuestro,

No hagamos de esta frase el "¡coño!" de una rutina.


Acompáñame: sí, tú, la de mirada pisciana

Por el angosto río de mis delirios,

Y sobre tu pecho deja brotar la cal de un pensamiento.


Ábrete paso entre el siniestro mirar de las almohadas,

Sobre las plumas de los animales arcaicos

Esa tierra blanca llena de bosta pútrida.


-mastúrbame-

Híncate en el suelo cielo,

Palpando, sintiendo, y saboreándote la piel.


El pomo se eleva, se desvanece,

La sangre sigue fluyendo, templando

A las batallas suaves y desgarradoras.


Ahí entre la arenilla del rocío y tu cuerpo,

Entre el calor de tus muslos,

Y el sereno,

Ahí, me encuentro yo.


Los escotes de una puerta semiabierta.

La de tu boca,

La de tu pieza más preciada.


Deja que tu lengua sufra el mismo desvarío de la mía,

Que se imanten, que sean una cascada de lava fragrante,

Que en ella se muevan los peces como buscando comida,

Y sea infinito.


Desbordamos un río de savia olorosa.


Maldito el cactus de Venus.

-maldito olor a humedad-


-calla-

Quiero gritar, sudar y temblar


-calla-

Quiero tocar, palpar y degustar


-calla-

¡No quiero gritar!


Desgarrar tus botones, y que no grites,

Romper tu espalda, y que no grites.


Verás que no todos,

Ninguno,

Los tengo conmigo:

El amarillo danzante de la noche,

El blanco colorido de tu piel,

El rojo moribundo de tus ojos,

El anaranjado transparente de tus labios.

No todos,

ninguno,

se encuentran conmigo.


Deja que te lleve esta noche en una carroza vestida de negro,

Que la mar muera en el silencio de tus sueños,

Que en tus pies florezcan sapos tornasoles,

Y que salten y salten y salten.


Comerlos.


Vomitar los raudales libres del burdel de tu cuerpo,

Rodear con mis venas tus cabellos,

Digerir, repetir y rumiar,

Sobre tu espalda.


Deja que te lleve esta noche,

Y hacer nacer de tu oscuridad más íntima

El dolor más placentero.


2.

Si me vieras desde el lado más bajo de la cama

contando uno por uno,

sintiendo el abrazo palidezco del aroma,

dejándome llevar por la intriga,

sumando y tratando de restar la piel que sobra

con aquellos pies rozando la arenilla

al pasar de un minuto,

en que sentí como dos peces

dejaron de andar,

respirar,

encontrar,

la extraña perfección de los delirios

sucios de barro.

-Es que amo tus pies

o alguna vez creí amarlos-.


3.

Ahogado,

ahogado de tanto andar,

pisando sillas; paredes geniales,

buscando claveles in

y estando out del lodo.

Me pervierto sobre el estar de un plástico amarillo,

sobre los carriles verdes de tu velo,

aunque las sensaciones estén de más.

Sobre las venas de una autopista insomne.


La razón en una estela de días llenos de pulpos,

es que hay escamas que mis lágrimas no liberan.

Te pido perdón por mis zapatos mojados,

a veces no amarro mis recuerdos,

y una estela de aserrín pasa sobre los papeles inéditos,

una ardilla los come incesantemente,

y la tinta queda puesta sobre el mantel.


Adiós, arrivederci, goodbye,

Y una estaca de plástico se clava sobre mi cuerpo.


4.

Ahí está esa mirada llena de nervios,

de pasos inconstantes,

miserable laguna de rojos y tintos,

heroina absurda de tilde caída,

mi lengua cansada en la piel de una V.

La saliva en los tacones de aguja,

el flujo a media puerta,

mis dedos inquietos.


Daniel Dannery

2006.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Conozco esa manera que tienes de ocultarte entre deseos; como si la noche no bastara.

Fotografía: Edward Weston.

Aquí estamos como orfebres.

Vírgenes negras saludando al sol,
entre dioses, visitantes y la nada.

Tú,
el universo.
O quizás, apenas una parte de él.

Tú,
tan pura.
Néctar del algodón,
esperando la posesión de algún trueno,
entregándote sin más,
callada,
sonriente,
estática,
sin miedo.

Y en sus manos
(Como quisiera que fuesen las mías)
la fuerza de la Bernarda,
el temple.

Septiembre 2010.
Daniel Dannery.

Dedicado en silencio.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Operación Sodoma.

Fotografía: Nan Goldin.

Operación Sodoma.

Te quiero comer frente a la plaza urdaneta,
entre motorizados proclamando los coños de sus madres
y los invisibles en el último puesto violando,
apuñalando, salivando, miserando,
el mejor culo de caracas.

Te quiero comer entre el smog de los autobuses,
los reclamos de las putas, y los dueños de hoteles,
esos sibaritas llenos de odio, y cerveza,
de semen, de baba, del flujo más rancio,
que sale del culo más perforado, de la diva más cara.

Te quiero comer frente a la catedral,
y que el más iluminado nos ilustre los pecados,
esos de los que nos enorgullecemos en silencio,
de niños, enanos, animales y mutilados,
pues en esta avenida se puede recorrer sodoma.

Te quiero comer, entre lo más sucio de éstas aceras,
aquellos olores nauseabundos de los perdidos
que se acojen frente a los bancos, por el resguardo,
la soledad, la tranquilidad, y el desprecio,
de varios de nosotros que al voltear las caras, pasan.

Te quiero comer, y que seas mi conejita española,
que te sirvan en bandeja, y te cobren como paella,
la sersenada de tus pezones en cuchillos de mantequilla,
y el sabor, el gusto, la sangre, tus poros,
en mis labios, y luego la cuenta.

Así, porque te quiero,
dejarte en pedazos en la ciudad más fea,
la asquerosa, la fanática, la ideológica,
y que te conviertas en rojo,
en la pasión del macho,
y ser toreada y luego embestida,
en caos,
en miseria,
en pobreza,
tú cuerpo, como el culto de la mediocridad,
de algo que me es ajeno,
pero de lo que me debo atragantar,
para así entenderlo.

Septiembre 2010.
Daniel Dannery.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Elucubraciones: Palabras sueltas, como inicio desbordante para la construcción de un guión. Momento intenso en un vagón de metro que recuerda a Sartre

Tres.
Simbolismo de lo perfecto.
Triangulo que define al universo en partes equivalentes
tierra, agua, aire.

Canon de la idealización humana.
Número que conceptualiza al cuerpo y la creación.

El cuerpo dividido como metáfora de lo etéreo:
Cabeza, tronco, piernas.

Los ciclos de la emoción:
Felicidad, tristeza, ira.

Y a partir de ahí,
la evocación de nuestros deseos:
Amar,
Ser amado,
Amarnos.

Daniel Dannery.
Septiembre. 2010.

domingo, 19 de septiembre de 2010

NOS OLVIDAMOS DE LOS PÁJAROS.

Fotografía: Bruce Nauman.

Nos olvidamos de los pájaros.

Artefactos de carroña,
tú cuerpo como templo arquitectonico
donde los pajaros cagan las franjas.
Y ahí, entre colillas, y vestidos amarillos
ciertos orificios drenan el hedor
que el sudor de miles de simios
filtraron en estaciones moleculares.

Ojos danzando en luz ambar silente,
entre tacones inmundos,
pantorrillas llenas de zinc,
y el flujo de una esfera que quiere ser cortada.
Placer:
El que se da con el choque de los dientes,
el sarro y el tufo del cigarro.

Nos olvidamos de las aves
y ellas de nosotros,
pues vuelan proclamando libertad.
Tú,
Senos indecorosos aprisionados,
en los azabaches de la oscuridad
tambaleantes, sórdidos, aunados,
y el mugre entre la uña que quiere ser probado.
Ahí está la sal de la vida,
en palpar un pedaso de carne en el orinario
y dartelo de probar como la hostia evangelista,
el diezmo, mi ofrenda, tú lengua.

Daniel Dannery.
Septiembre 2010

miércoles, 15 de septiembre de 2010

MOVERSE A OSCURAS.

Moverse a Oscuras.

En el año 2005 conocí el teatro. No el teatro como lugar de encuentro, sino como forma de vida, pasión y crecimiento intelectual.

En ese año, mi antiguo grupo de amigos de la universidad (Hoy en día ya licenciados, algunos grandes actores y actrices, otros maniquíes de oficina y otros parásitos del sedentarismo. Jeje.) hicimos un montaje con las uñas, sin saber lo que hacíamos y a mucha honra.

Yo en mi vida había actuado, y no sabía lo que era eso. Pero aun así acepte. Pues en aquel entonces, mi vida constaba de comer, ir a la universidad, dormir, comer, comer, y un interminable no hacer nada. Hoy en día, sigo comiendo, y hago cosas a la vez.

El montaje en cuestión dio luz, y fue presentado en la Sala del Laboratorio Teatral Anna Julia Rojas (Bellas Artes). La obra era "La Muchacha de los Libros Usados" de Aristides Vargas, dirigida por el siempre anónimo Tomas Rompeviento.

Y sin querer, logramos un éxito de taquilla (o al menos eso es lo que me dijeron) en todo caso, el máximo de público que lograba entrar por función eran 25 personas.

Tuvimos una temporada corta.

Fuimos felices.

Fuimos bohemios.

Y quisimos más.

Nuestro grupo amateur se llamaba "500 Calaveras" y hasta logo tuvimos.


Desafortunadamente sufrimos los estragos de la fama y nuestro 5 minutos, fueron ensombrecidos por la mano del lado oscuro de la fuerza, el dinero y el poder que ofrecían las instituciones que nos llamaron para becas, y contratos multimillonarios de productoras en Europa, hizo que el grupo desapareciera.

Fotografía: No sé.
De Abajo a Arriba:
Katherina Ríos (No era parte de 500 Calaveras, pero era asidua), Zaccha Rosales, Daniel Dannery, Narcisa García, Alí Rondón, Deborah Gameros, Vera Linares, Yazel Parra, Rodrigo Gomez (Tampoco formaba parte de 500).

Mentira.

En todo caso que maravilla si hubiese sido así.

La verdad es que la desidia, y nuestra falta de entusiasmo por la vida, algunos problemas personales y un largo etc de cosas cotidianas, fue la razón de que "500 Calaveras" se extinguiera con ese montaje.

Fotografía: Vera Linares.
De Izq. a Der.:
Daniel Dannery, Narcisa garcía, Ali Rondón, Abel García.

casi un año después. 2006. Y en una etapa oscura de mi vida, motivado por la separación amorosa que había mantenido con uno de mis grandes amores de la vida, me sumí en la más terrible de las depresiones, y como un poeta maldito, abandonado en los designios de la nada, desborde toda la rabia que sentía por el mundo en 30 páginas tamaño Carta, Arial 12, y que titule (obviamente): "Moverse a oscuras" como mi tesis personal sobre la angustia, las penas y el rechazo de un mundo que me odiaba, a pesar de que todo a mi alrededor dijese lo contrario.

Foto del Montaje "La Muchacha de los Libros Usados": Andres "Bakro" Baquero.
De Izq a Der.: Abel García, Ali Rondón, Narcisa García, Yazel Parra, Giuliana Rodriguez, Daniel Dannery.

Claro yo de dramaturgia no sabía un carajo, y de dirección menos (Aún sigo sin saber) pero esa era la nota, crear y divertirnos.

Estuve aproximadamente 6 meses intentando montarla. Fue uno de los procesos más enriquecedores y atormentantes que he tenido en mi vida. Por supuesto el montaje nunca vio la luz, y para mi, quedó como un proyecto frustrado.

Foto del Montaje "La Muchacha de los Libros Usados": Andres "Bakro" Baquero.
De Izq a Der.: Abel García, Ali Rondón, Narcisa García, Yazel Parra, Giuliana Rodriguez, Daniel Dannery.

Quizás no era el momento, y quizás jamás lo será.

Foto del equipo: Andres "Bakro" Baquero.
De Izq a Der.: Deborah Gamero, Vera Linares, Narcisa García, Abel García, Ali Rondón, Daniel Dannery, Yazel Parra, Giuliana Rodriguez, Rober Calzadilla.

Muchos de los ensayos fueron registrados audio-visualmente, a modo de documental por mi amiga Zaccha, material que después de 6 años sigo sin ver, y que ella (espero) todavía tenga en sus manos, es sólo cuestión de transferirlo, porque está en 8mm.

Después de eso. Casi un año después. 2007. Y con ese gusanillo en la cabeza. Volví a tomar el texto, lo revise, mutile varias de sus partes, reescribí otras, modifique. E intente hacerme con un nuevo elenco. Una vez más, frustración.

Y hoy dejo respaldo de ambos textos en la web el original y el reescrito (que son muy distintos, parecen dos obras diferentes).

Creo que son textos muy personales, experimentales, ambiguos, incomprensibles, una vez me dijeron hasta "posmodernos", no sé, son textos que de actuarse algún día, deben ser llevados desde la emoción, pues desde la palabra como tal, puede llegar hacerse ilógico, en un mal sentido.

Son textos mal escritos, anti-teatrales.

Son mi primeros textos de teatro. :D


Por aquellas fechas, tenía la ilusión de convertirme en un dj famoso. Por lo tanto acostumbraba a hacer ruido con el Reason y el FruityLoop, hice la música de mi primer corto, y no podía dejar la oportunidad de hacer algo musical para éste montaje, así que como la obra tenía unas voces en off que grabe en la radio de la UCV, agarre esos follies, y me puse a jugar con ellos, el resultado fue ésta changa, hay un vídeo (que tiene Zachha) donde cada uno de los actores baila al ritmo de esta canción. Je! :)

DENLE PLAY Y SUBAN EL VOLUMEN.


Daniel Dannery.
2006 - 2010

lunes, 13 de septiembre de 2010

TOUT EST MERDE.

Tout est merde

Comedia Pesimista de amor ó Amor pésimo de comedia.

Daniel Dannery

HOMBRE Y MUJER, ALREDEDOR DE LOS 30 AÑOS (AMBOS) TROPIEZAN AL ANDAR. EL HOMBRE MIRA A LA MUJER TIMIDAMENTE, LA MUJER ATEMORIZADA INTENTA ALEJARSE DE LA SITUACIÓN. EL HOMBRE LA DETIENE CON EL SU PRIMER DIAGOLO. A PARTIR DE AQUÍ, TODO ENTRA EN ESTADO DE NATURALEZA. AUNQUE HAY CIERTA TENSIÓN.

HOMBRE: Disculpe, no sé que me ha pasado. Venía distraído.

MUJER: Pierda cuidado, hasta luego. (Yéndose)

HOMBRE: (Rápidamente) ¿Disculpe?

MUJER: ¿Diga?

HOMBRE: No sé cómo decirle esto, pero…

MUJER: ¿Si?

HOMBRE: La cuestión es que me he tropezado con usted, y bueno eso me ha hecho dar cuenta de algo.

MUJER: ¿Si?

HOMBRE: Pues le parecerá extraño, pero me he dado cuenta al tropezarla, de que la amo.

MUJER: ¿Disculpe?

HOMBRE: Como lo oye, y discúlpeme el atrevimiento, pero es así.

MUJER: Pero… Cómo puede ser eso posible

HOMBRE: No sabría decírselo.

MUJER: Entonces no tiene ningún sentido, debe andar usted despistado.

HOMBRE: ¿Despistado?

MUJER: De seguro que ama a otra persona y la ha confundido conmigo.

HOMBRE: No, no… podré estar loco, pero despistado jamás. Yo a usted la amo

MUJER: No puede ser posible

HOMBRE: ¿Por qué?

MUJER: Porque yo no lo conozco, y bueno porque yo no lo amo a usted, y como bien sabe el amor es una cosa de dos.

HOMBRE: Puede ser de uno también, ya ve usted.

MUJER: Eso no tiene sentido.

HOMBRE: Para mi lo tiene. La amo de verdad.

MUJER: Es usted un poco ridículo.

HOMBRE: Lo lamento.

Silencio incomodo.

MUJER: Me iría ¿Sabe?, pero me da curiosidad.

HOMBRE: ¿Si?

MUJER: ¿Puede explicarme por qué me ama?

HOMBRE: Ya le he dicho que no sabría decirle, a lo mejor fue el tropezón, pero no estoy seguro de nada en este momento, pero si puedo decirle lo que estoy sintiendo.

MUJER: ¿Qué puede ser eso?

HOMBRE: Bueno, usted sabe, lo que siente uno cuando ama.

MUJER: ¿Y qué será eso que siente?

HOMBRE: Se lo describiré con sencillez. Lo primero y más desagradable son estas ganas de vomitar que tengo. Horrible realmente.

MUJER: Cuanto lo siento, no era mi intención. (Pausa) ¿Qué más?

HOMBRE: Bueno, también siento como una ansiedad que me recorre el cuerpo, debe ser por eso que no puedo parar de moverme. Y lo último, y lo más raro, pues esta necesidad de expresar mi fuerza, cómo si tuviese el poder de levantar un auto con mis manos.

MUJER: Su amor es un poco extraño, y disculpe si se lo digo así, espero no ofenderlo.

HOMBRE: Despreocúpese.

MUJER: La verdad es que usted es un tanto cursi.

HOMBRE: Comprendo su rechazo, y bueno la incomodidad que debe sentir en este momento, pero es primera vez que amo a alguien así de buenas a primeras.

MUJER: Que raro, de verdad, que raro. (Pausa) ¿Pero no va a vomitar, verdad?

HOMBRE: No, no, ¿Cómo se le ocurre? Ni pienso levantar un auto tampoco, como vera, no soy muy musculoso.

MUJER: Sí, me doy cuenta. ¿Sabe algo? Usted me preocupa, no tiene buena cara.

HOMBRE: Cómo decirlo… Son las cosas del amor. De la enfermedad ¿Me explico?

MUJER: Que cosas tan locas dice usted, yo he estado enamorada y no me he sentido nunca enferma.

HOMBRE: ¿Segura?

MUJER: Si claro.

HOMBRE: (Luego de una pausa) Usted no ha amado realmente.

MUJER: ¿Y me lo dice usted?

HOMBRE: Quién mejor que yo, que estoy enamorado de usted.

MUJER: (Pausa) ¡Ah! pues si, tiene razón. (Pausa) Me deja pensando sabe.

HOMBRE: ¿Si?

MUJER: Viéndolo, con esa cara, y bueno con las ganas de vomitar que tiene, y todo eso que le pasa, que no puede dejar de moverse. Me siento afortunada, me he salvado de algo bastante grave. ¿Verdad? Bueno sólo espero no se muera por mi culpa.

HOMBRE: Yo también espero no morir. En este momento, digo. De seguro ni la volveré a ver, ya vera usted como se pasa en un rato.

MUJER: ¿Quiere un caramelo?

HOMBRE: Estoy bien, gracias.

(Silencio)

MUJER: ¿Pero será un amor pasajero? ¿Cómo un resfriado?

HOMBRE: Pues no me duelen los huesos. Tampoco siento congestión nasal. Si un poco mareado, pero bueno de seguro porque es la primera vez que amo tan intensamente

MUJER: ¿Quiere que le acompañe a un medico?

HOMBRE: No, no hace falta.

MUJER: Ah bueno… (Yéndose)

HOMBRE: ¿Se va?

MUJER: Lo siento. Usted me entretiene, pero es que debo llegar a un lugar, he quedado con alguien.

HOMBRE: Ah, bueno, un placer…

MUJER: Ajá.

(La mujer se dispone a irse, el hombre pregunta)

HOMBRE: ¿Y es un novio?

MUJER: ¿Disculpe?

HOMBRE: La persona con la que se va a encontrar. ¿Es un novio?

MUJER: (Pausa) Podría decirse, si. Pero eso es algo que a usted no le interesa.

HOMBRE: Ya.

(Pausa)

MUJER: Si.

HOMBRE: (Pausa) ¿Y le gusta?

MUJER: ¿Qué cosa?

HOMBRE: Su novio, ¿le gusta?

MUJER: Pues claro, ¿Qué clase de pregunta estúpida es esa? Es mi novio, claro que me gusta. ¿Por qué no habría de gustarme?

HOMBRE: Pues a mi no me gusta el agua, y tengo que beberla.

MUJER: ¿No le gusta el agua?

HOMBRE: No.

MUJER: ¿En serio?

HOMBRE: De verdad.

MUJER: Que raro que es usted. De verdad, una persona muy rara. Pues si, mi novio me gusta…

HOMBRE: Ya.

(Silencio)

MUJER: Bueno me gustaba. No sé por qué le digo esto.

HOMBRE: Despreocúpese, mi confesión de amor, ha sido más terrible.

MUJER: Me voy a sentar un rato.

LA MUJER SE SIENTA, EL HOMBRE QUEDA PARADO.

MUJER: (Pausa) Quedé con el, porque voy a terminar.

HOMBRE: Cuanto lo siento.

MUJER: ¿Por qué?

HOMBRE: Por Él.

MUJER: Se que no le va a gustar. A ningún hombre le gusta.

HOMBRE: ¿Qué le haya dejado de gustar?

MUJER: De qué estamos hablando pues.

HOMBRE: Lo siento, es el mareo.

MUJER: ¿Seguro que no quiere un caramelo? Tengo aquí de varios sabores.

HOMBRE: Podría aceptarle uno.

LA MUJER LE DA EL CARAMELO.

HOMBRE: Es una bonita cartera la que usa.

MUJER: Gracias.

HOMBRE: ¿Podría verla más de cerca?

MUJER: ¿Verla?

HOMBRE: Sino es molestia, claro.

MUJER: Es usted una persona muy rara. Si, mírela.

LA MUJER LE DA LA CARTERA, EL LA OBSERVA CON DETENIMIENTO.

HOMBRE: Y puedo preguntarle, sino es no es abuso claro, ¿por qué va a terminar con el?

MUJER: Pues, es que he dejado de amarlo. Aunque, la verdad es que creo que nunca lo ame.

HOMBRE: ¿Cómo?

MUJER: Si, dejé de amarlo.

HOMBRE: ¿Así de buenas a primeras?

MUJER: Si… ¿Le parece raro?

HOMBRE: Pues la verdad si.

MUJER: Un día me desperté a su lado, y me pregunte: ¿Qué hago yo con este hombre?

HOMBRE: Pero…

MUJER: ¿Si?

HOMBRE: Uno no deja de amar a la gente de la nada.

MUJER: Lo sé.

EL HOMBRE COLOCA LA CARTERA A UNA DISTANCIA LEJANA DE LA MUJER SIN QUE ELLA SE PERCATE.

HOMBRE: Que extraño.

MUJER: Pero no más extraño que lo que le pasa a usted conmigo.

HOMBRE: Si, bastante extraño.

MUJER: ¿Puede creerlo? Son las cosas que pasan, y como funcionan. Así, como tirarle un grano de arroz a una paloma. Efímero.

HOMBRE: Tan efímero como mi amor.

MUJER: ¿Va a seguir usted con eso?

HOMBRE: Lo siento, no es mi intención atosigarla con mis emociones.

MUJER: Despreocúpese. Vamos, calma. De seguro que se tropezará con otra que si le acepte el amor.

HOMBRE: ¿Usted cree?

MUJER: Pues mujeres desenamoradas y en busca de amor es lo que sobra.

HOMBRE: Pero yo la quiero a usted.

MUJER: Es complicado. No querría usted sentir un amor no correspondido.

HOMBRE: Podríamos intentarlo.

MUJER: No creo. (Se va a ir) ¿Y mi cartera?

HOMBRE: No sé.

MUJER: Pero si la tenía usted hace un segundo.

HOMBRE: (Arrodillándose) Ámeme por favor, si me ama le juro que le regreso la cartera.

MUJER: Se comporta usted como un infante.

HOMBRE: No me importa.

MUJER: ¿De verdad me regresa la cartera?

HOMBRE: Y los caramelos.

MUJER: ¿También se quedó usted con los caramelos? Me esta asustando. No será usted un acosador, o uno de esos violadores ¿no?

HOMBRE: Le juro que no, que yo la amo de verdad.

MUJER: ¿Y qué hago con mi novio?

HOMBRE: Pues le termina como había pensado.

MUJER: Es que no estoy segura de terminarle, verá, el es dueño de una fabrica de caramelos y pues yo soy adicta a los caramelos. ¿Usted tiene alguna fábrica de algo?

HOMBRE: Pues la verdad es que no.

MUJER: Ya, ósea que es usted clase media.

HOMBRE: Más bien baja.

MUJER: Pues comprenderá que si decido quedarme con usted, también tendré que quedarme con el otro.

HOMBRE: Eso no puede ser. Me parece descortés de su parte.

MUJER: Pues lo siento, es lo que le ofrezco.

HOMBRE: Entonces, ha sido un placer.

MUJER: ¿Eso es todo?

HOMBRE: ¿Qué esperaba?

MUJER: Pues que con tanto amor, imaginaba que lucharía usted por tenerme.

HOMBRE: Pues verá usted que se me está pasando el efecto.

MUJER: ¿Ah si?

HOMBRE: Debió haber sido una baja de azúcar, ya ve usted.

MUJER: Una baja de azúcar, claro.

HOMBRE: Lo lamento, pero tengo que irme, y voy tarde.

MUJER: ¿Se encontrará usted con alguien?

HOMBRE: Pues si, me voy a encontrar con alguien.

Silencio.

MUJER: No querrá usted sentarse un rato aquí conmigo, sólo un minuto.

HOMBRE: (Pausa larga, lo piensa) Pero sólo un minuto.

LA MUJER SE SIENTA, EL HOMBRE ANTES DE HACERLO BUSCA LA CARTERA Y SE LA DA, IGUAL LOS CARAMELOS. QUEDAN UNO AL LADO DEL OTRO. MÚSICA. INTENTARÁN ACERCAR SUS MANOS, ANTES DE HACER CONTACTO LA MÚSICA LLEGARÁ A SU FIN. SERÁ UN MINUTO EXACTO. SE DESPEDIRÁN. SE DARÁN LA ESPALDA. NO VOLVERAN A VERSE.

BLACKOUT.


Finalizada en Septiembre 2010.

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