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jueves, 29 de julio de 2010

LAS COSECHAS DE LA IRA.

Las cosechas de la ira.

Comedia Corta.

Daniel Dannery

(Sala de espera. Fabián y Ezequiel, sentados en un sofá pequeño. Una pequeña mesa con varias revistas sobre ella.)

EZEQUIEL: Cuanto lo lamento y, ¿cómo murió?

FABIÁN: Le cayó una poceta en la cabeza

EZEQUIEL: ¡¿Disculpe?!

FABIÁN: Sí, lo sé, una muerte desgraciada… uno no escucha todos los días sobre gente que muera de esa manera.

EZEQUIEL: ¡Horrible!... Y ¿estás bien? de verdad cuanto lo lamento.

FABIÁN: Yo también lo lamento… ¿Quién lo iba a imaginar verdad?

EZEQUIEL: Es imposible imaginar una muerte de esa manera. Nadie en su sano juicio quisiera morir así.

FABIÁN: Bueno, hay gente de gente. (Pausa.) Mi madre, por ejemplo, siempre tentaba a la muerte. Cada vez que tenía que hacer cola en un banco, ella se imaginaba que un tanque de guerra acabaría con todos los banqueros del país, y junto con los banqueros, ella. Siempre describía a un tanque que entraba velozmente, atravesando las paredes blindadas, llevándose todo a su paso y que luego de semejante atrocidad, en la calma de un banco hecho pedazos, un billete, bailaría en el aire, y terminaría posándose pausadamente sobre su cabeza aplastada y hecha añicos

EZEQUIEL: Que cosa tan horrible…

FABIÁN: Ella quería hacer historia…que la recordaran por como murió, decía que era mas fácil recordar a un muerto que a un vivo…

EZEQUIEL: Una espantosa manera de ver las cosas. ¿Y como murió?

FABIÁN: No, aun no ha muerto.

EZEQUIEL: Ah, pensé… como usted decía… que ella…

(Silencio.)

FABIÁN: Disculpe mi falta de educación, Fabián ¡mucho gusto!

EZEQUIEL: ¡Claro!, siempre me pasa lo mismo. Ayer montado en el autobús, me dirigía a resolver unos asuntos familiares, usted tiene madre, debe saber como es eso… Los asuntos familiares… en fin. Había una cola interminable, a mi lado una mujer leía no sé qué sobre un procedimiento en el tratamiento del cutis para la preservación de la belleza, lo cierto es que la mujer estaba más pálida de lo que puede llegar a estar una mujer así de blanca como esa, y pensé por un momento que el tratamiento sobre el que leía surgía bastante efecto, en ella. Extrañamente entre el sofocón provocado por la cantidad de gente en el autobús, el sol asfixiante de la tarde y otra cantidad de cosas, ella era la única que no sudaba…

FABIÁN: Cuestión de metabolismo… mi mamá nunca sudaba…es más, yo heredé eso de mi madre…puedo estar horas haciendo un trabajo arduo y no sudo… aun no me lo explico.

EZEQUIEL: (Lo mira. Pausa.) Bueno, la mujer no sudaba…y yo impresionado pensando que el tratamiento era la última novedad de la cosmetología, me le acerco cortésmente y me presento: <<¡Mucho gusto, me llamo Ezequiel!>> Le doy una palmadita en el hombro esperando que me diga algo y su cuerpo se inclinó de un lado a otro como un péndulo sin dirección. Hasta llegué a pensar que era un maniquí.

FABIÁN: ¿Estaba dormida?

EZEQUIEL: No, para nada…

FABIÁN: Que raro ¿Qué le pasaba?

EZEQUIEL: Estaba muerta, después de ese día trato de no presentarme, me da miedo pensar que causo ese efecto en la gente…

FABIÁN: Debe ser complicado vivir de esa manera…

EZEQUIEL: Uno se va acostumbrado, además es cuestión de no decir mi nombre.

FABIÁN: ¿Y resulta ser una buena táctica?…

EZEQUIEL: A veces. (Pausa) Disculpe mi falta de educación, Ezequiel ¡mucho gusto!

(Miradas incomodas. Pausa.)

FABIÁN: ¿A veces no piensas en que quisieras ser otra persona?

EZEQUIEL: Siento que es mejor conformarse con lo que uno es…

FABIÁN: Si pero, no sientes algo dentro de ti qué quisiera escapar, liberarse de una vez por todas…

EZEQUIEL: Jamás me ha pasado semejante ridiculez por la cabeza…

FABIÁN: Olvídelo entonces. (Pausa) Justo ahora quisiera ser una pared. Estar ahí, parado, inerte, sin mas, solo pensando que no tengo más vida que la de ser pared. Que mi meta es escuchar. ¡Escuchar! (Pausa) ¿Será verdad lo que dicen sobre las paredes?

EZEQUIEL: ¿Qué escuchan?

FABIÁN: Y que ha pesar de escuchar, no les importa lo que la gente diga.

EZEQUIEL: Creo que se refieren a otras circunstancias.

FABIÁN: ¿Y si no es eso?, sino que realmente están ahí para escuchar y no prestar atención…

EZEQUIEL: Si fuese así, no tendría mucho sentido que las paredes escucharan ¿Para qué estarían entonces?

FABIÁN: (Lo piensa.) Para ser muros.

EZEQUIEL: Ajá.

(Silencio.)

EZEQUIEL: ¿Cuánto faltara?

FABIÁN: Ha pasado rápido el tiempo.

EZEQUIEL: ¿Usted cree? A mi se me ha hecho una eternidad.

FABIÁN: Todo depende de la ansiedad que se tenga. A mi madre no le gustaba esperar. Cuando le cayó la poceta sobre la cabeza, estaba esperando que la buscaran. Iba a ir un brindis, el sexto aniversario de bodas de una amiga. Es extraño, esa amiga se cree la culpable de su muerte. Dice que si no hubiese sido por el marido que le dio por ir a tomarse un café, mi madre todavía estaría viva.

EZEQUIEL: Nada es casual. Debe estar destrozada la señora

FABIÁN: Se divorcio y ahora le echa la culpa al marido.

EZEQUIEL: Bueno, después de seis años y una muerte.

FABIÁN: La verdad ella ya no lo quería. Esa amiga era la amante de mi padre.

EZEQUIEL: ¿De verdad?

FABIÁN: Vueltas que da la vida. Para mí la culpa no es de ninguno de los dos.

EZEQUIEL: Claro, seria una locura echarle la culpa alguien por una poceta.

FABIÁN: Mi madre jamás le hubiese echado la culpa a el, lo quería mucho.

EZEQUIEL: ¿Lo quería mucho?

FABIÁN: Sí, lo quería mucho.

EZEQUIEL: No entiendo.

(Silencio.)

EZEQUIEL: Por dios ¿Por qué tardara tanto? Ya estoy cansado de esperar.

FABIÁN: Relájese en algún momento saldrá. Cuando menos se lo espere. Ya vera. (Pausa.) Puede que de tanto esperar te de por agarrar una de estas revistas y justo cuando por fin consigas un artículo de interés saldrá alguien de esa puerta preguntando por su nombre: ¿¡Señor Ezequiel!? ¡Señor Ezequiel!....adelante por favor. Dejaras la revistita, donde la encontraste y un abrir y cerrar de ojos, estarás en tu casa, viendo algún canal por cable. Así sin más… así sin más.

EZEQUIEL: (Cortante.) No tengo cable.

FABIÁN: Pero no te molestes. Siempre hay una operadora muy gentil que te puede ofrecer el servicio.

EZEQUIEL: La verdad, no me interesa la televisión por cable.

FABIÁN: Haberlo dicho desde un principio. Tampoco tienes que alterarte de esa manera.

EZEQUIEL: Yo no estoy alterado.

FABIÁN: Lo pareces. (Pausa) ¿Sabes? ya hay muchas instituciones que te ayudan a manejar el control de la ira.

EZEQUIEL: Yo no sufro de ira.

FABIÁN: ¿Ves? ¿Te das cuenta? Ahí en esas instituciones te enseñan que lo primero para cualquier cosa es aceptar que sufres de algo. Para mí que estas en una etapa de negación.

EZEQUIEL: (Evadiéndolo) ¡Pero será que nunca me van a atender en esta porquería! ¿Dónde está la secretaria?

FABIÁN: No te creas, la ira no es mala, es como el pasaporte para liberar el stress.

EZEQUIEL: Permíteme interrumpirte. ¿Puedo hacerlo? ¿Me decías qué te llamabas?

FABIÁN: Fabián.

EZEQUIEL: Fabián, cierto. Tengo un mes entero sin poder dormir. ¿Y eso por qué? Porque cada noche que llego del trabajo a los vecinos de arriba les da por jugar metra, o perseguirse por toda la casa. No se porque razón, no tengo la menor idea. Y así pueden estar hasta que llegan las 6 de la mañana y tengo arreglarme para ir a mi trabajo ¿Por qué no he reclamado? Te preguntaras. Sí, sí he reclamado, pero la vez que lo hice, el grandísimo hijo de puta me apunto con una escopeta que es solo un poquito mas grande que tu humanidad. Sin tomar en cuenta, que ahora cada vez que me los encuentro cuando llego del trabajo, me lanzan la puerta en la cara, marcan todos los malditos números del ascensor, y hasta un día me dejaron la mierda del perro en la entrada de mí apartamento. Así que me importa un bledo, que a tú mama le haya caído una poceta en la cabeza, por mí, ojala le hubiese caído el baño entero. Y no, no tengo un maldito problema de ira. ¡Déjame en paz!. Yo solo quiero que me atiendan, no hacer amigos.

(Silencio.)

FABIÁN: Con decir que me callara bastaba.

(Silencio.)

FABIÁN: Claro, cuando uno trata de hacer sentir bien al otro…siempre uno es el que sale perdiendo.

(Silencio.)

FABIÁN: pero está bien, me callo, no digo nada más…de mi boca solo aire…y bueno algún que otro bostezo…y…

EZEQUIEL: ¡Ya! Fabián, ¡ya! Listo…por favor…creo que los dos entendimos. No tenemos porque volver a caer en lo mismo.

FABIÁN: Tienes razón… (Silencio.) Pero es que yo…yo… (Pausa. Comienza a llorar.) Coño yo me siento muy mal…no es fácil…no es fácil…

EZEQUIEL: ¿Pero qué le pasa? Cálmese hombre, por Díos, tampoco es para tanto.

FABIÁN: Para usted no será demasiado, pero para mi es mucho.

EZEQUIEL: Es verdad, tengo un problema de ira. ¿Mejor?

FABIAN: Es que… nadie debería de morir en una situación así.

EZEQUIEL: Por supuesto. Claro que no. Es horrible. Pero piense que hay gente que estar peor.

FABIÁN: ¿Peor? ¿Acaso ya ha leído sobre gente que muera porque inadvertidamente cayó una poceta sobre su cabeza?

EZEQUIEL: (Pausa.) No

FABIÁN: ¿Lo ve? ¿Y sabe qué es lo peor?

EZEQUIEL: ¿Qué?

FABIÁN: Que no me pude despedir de ella.

EZEQUIEL: Pero no importa Fabián, piense en otras cosas, seguramente debe estar en un lugar mejor.

FABIÁN: ¿Lugar mejor? ¿Sabes cómo sería un lugar mejor? ¿Sabes cómo me imagino un día en un lugar mejor?

EZEQUIEL: Me lo imagino si.

FABIAN: ¿De verdad?

EZEQUIEL: No.

FABIAN: (Llorando.) Pararte una mañana sobre la punta de una montaña y ver el sol salir. Contemplarlo. Sentirte invadido por él, pensar que es la única cosa que realmente tiene vida a tú alrededor, creer en lo insignificante que eres entre tanto esplendor. El viento que te golpea y te hace concientizar que realmente no eres más que un algo, tan endeble que puedes caer fácilmente estando en la cumbre. A veces me imagino eso y me dan ganas de decir: ¡Que bello puede ser el mundo…sin nosotros!

EZEQUIEL: No diga eso. Esta cegado por la emoción del momento.

FABIÁN: Es que usted no la conoció, si la hubiese conocido. Ella no era una persona fácil.

EZEQUIEL: Nadie es fácil amigo, nadie es fácil.

FABIÁN: Tienes razón.

EZEQUIEL: Fabián. Disculpe por lo del baño, de verdad creo que con lo de la poceta ya era suficiente.

FABIÁN: Descuide.

EZEQUIEL: Mire, quédese un momento aquí por favor, voy a averiguar por qué tardan tanto. (Se para y va hacía la puerta.)

FABIÁN: ¡Espere!

EZEQUIEL: ¿Si?

FABIÁN: ¿Puedo acompañarte? Es que no me gusta quedarme solo (Pausa.) le tengo fobia a la soledad.

EZEQUIEL: (Se devuelve y se sienta) (Pausa.) Es sólo un momento, voy y vengo.

FABIÁN: Pero igual.

EZEQUIEL: Es rápido, amigo.

FABIAN: Es que siento que las paredes me escuchan y me ven. Y no me gusta.

(Se quedan sentados, viéndose.)

OSCURO.

2005.

miércoles, 28 de julio de 2010

NOMBRES SIN DÍAS.

Nombres sin días.

A
M. Paz.

Existe probablemente una enorme curva,
una ruta estelar, donde nuestros senderos
y nuestros destinos están inscritos como
cortas etapas: elevémonos por encima
de este pensamiento.

Friedrich Nietzsche.

Hagamos líneas.
Si hacemos líneas todo puede resultar más fácil. Fácil. Si hacemos líneas tendremos linealidad, algo lineal, lineado, alineado. Si hacemos líneas, las líneas no permiten que algo se complique en los mundos de las curvaturas y así todo será más simple de explicar.
Las líneas: comprensión de algo templado sin líneas curvas para establecer lineamientos y delimitar problemas de velocidad.
Velocidad (RUN – RUN).
Y entonces la mano no tiene miedo de plegarse cada vez más, de unirse, cobijarse en otras manos igual de lineales. ¿Si el cielo fuese una línea? Los ojos se martillarían inagotablemente en él hasta su verticalidad infinita sumiéndose abstractamente, consiguiendo que la pupila ya abarrotada de luz se apague como una batería sin energía execrando toda posibilidad de contacto externo.

Hagamos líneas. Sexos lineales que convergen en punto punto punto ( … … ... ) metafóricamente subyugados a caer en líneas líneas líneas ( ___ ___ ___ ) Y estrellas lineales que se quedan a medias dentro de un vacío de inmediatez.
Magia lineal que se da con el sonido de la lluvia pernoctando continuamente en la sobriedad de unos ojos claros indispuestos. Poesía lineal que se convierte en bocado para farol cenital que perfila las palabras.
Historias lineales. Convexas. Materialmente cargadas de emociones nihilistas.
Todo es historia.
HIS-TO-RIA.
HiS-tO-rIa.

Casualidad lineal abreviada en unos labios cortos propensos a callar, abruptamente indispuestos a la sensación del espíritu que se acompaña por deseos que no son esclarecidos dentro de su linealidad.
Vaho lineal hedonista, altruista, maratonista, contratista, pegajoso con olor a saliva que se desprende en una línea de causalidades.
Historia: aquello que permite el encuentro fugaz de una cascada urbana que se mantiene silenciosa y absorta en su opaques.
Delirio lineal de ojos cerrados con semblante a primer beso veloz y fugaz.
En este momento todo es lineal.
Se calla porque se resguarda en el silencio la pieza más carnal de la naturaleza humana.
El besa el cuello.
Y la linealidad de las aceras se sumerge en el rugir del latón.
Ella piensa.
Misteriosamente un grito se escapa en el aire que lineal lo deja continuar sobre el cogote de los transeúntes. Y en esa clara linealidad se sonrojan las emociones y no hay por qué para ello.
El se pregunta.
Y las horas; maternidad, parto bajo el agua de segundos perdidos en perpendiculares convexas triángulos isósceles y números primos se atragantan las pocas partículas capaces de ser modificadas por las líneas.
Ella se pregunta.
La ciudad manierista pintada sobre cartón, sobre bolsa de pan con olor a portugués discurre en la afable convicción de su linealidad. ¿Es esto una historia?
Y se preguntan las preguntas, preguntándose, preguntando, preguntándole, si alineadamente existen historias sin rectángulos ambiguos, con claras señas de bipolaridad existencial.
-Quisiera que no dejara de llover-
Convertir en prosa el ruido bucólico que emana de las miradas piscianas más lejanas del oriente. Ítem.
No dejar de pensar que todo puede ser historia. Y discurrir en el discurso del latero postrado en la cama de hojillas. Calendario atroz que linealmente se esconde sobre las estrellas caídas en alguna ruina de Machu Pichu, Bogotá, Buenos Aíres, Caracas: ciudad lineal que delimita problemas lineales, conversaciones planas en temple de alineación.
Hide and Seek.
Tomar las manos sobresaturadas y meditabundas en líneas como cansancio de citadino curvo. Líneas de luces pintadas en bulbo estáticas sobre polvo de amor. Velocidad.
Velocidad (rum – rum)
Velocidad: linealidad rapante de enamoramiento taciturno sobre ensoñación masiva de palabras. Tiempo: Años: meses: semanas: días: horas: minutos: segundos: milésimas.
Descuido lineal que juega tacto con tacto, vértebra con vértebra, pupila con pupila caída en un profundo sueño griego de mitos, cavernas y caballos. Desgarramiento azaroso doloroso infructuoso majestuoso que lagrimea objetivamente sobre líneas. Polvo de estrella sobre universo caído (¡más que soledad!).
El mira.
Sensación lineal de alerta acompañada de sonrojamiento interno y desconfianza lineal. Velocidad. Ella escapa.
Sueño escondido que quiere ser atrapado, cansancio de correr sobre predicamento constante de la huida.
Miedo.
Velocidad.
Y cerrar los ojos.
Pensar.
Mejor pensar.
Romper líneas sobre pensamiento.
Pensamiento: lugar de recreo para la linealidad zig-zag cotidiano de juego que desprende pies y sube a alturas Zeus-ticas, maravilloso encuentro de palabras redondas que dan preguntas, ¿respuestas? Silencio inquieto –estrella, caído, polvo, mano, labio, beso, rio, lluvia, carro, ruido, ruido, ruido ruido ruid rui rui ru r – agotamiento mental.
Beso.
Beso: linealidad paralela ahogada excitante sobre suavidad curva estremecimiento mental de palabras que dan respuestas, dispuestas, atractivas, bellas, apasionadas, desalineadas, desliniadas, desiliniadas, dexalinarse, dezlinearze, des.
Ruptura lineal de los días nombrados, presagio de magia interna sobre pies, cabeza, manos, dedos, sexos, brazos, codos, uñas, pelos, vellos, cabellos, hombros, ojos, nariz y boca.
Flacidez de rigidez lineal moldeable a curva, curvatura, curvismo, curvurento, curvetero, curvoncionar, curvoncionador.
Ellos se ven.
Momento histórico recalcado en frases pasadas, vuelta de tuerca, frió y calor. Unión.

Días sin nombres: Curiosidad neófita de poeta mal parado intenso invocador de musas y dioses lineales sin incurrir en curvaturas universales, academia lineal, significados teoremas razón lógica sentido. ¿Velocidad?: Momento a recordar desalineadamente en curvatura existencial con acompañamiento zigzagüeante de latido y corazón, corazonada y flecha perdida.

Nombres sin día: Acompañamiento alocado baquico de fruta y vino curvo y sonrisa y mirada y deseo y beso y palabra y traición y mentira y fruta y vino curvo y sonrisa y mirada y deseo y beso y palabra y traición y mentira.

… y ___ ___ ___

Daniel Dannery.
2006.

martes, 27 de julio de 2010

0800-CUÍDAME.

Este guion pertenece a un triptico que pretendíamos titular: "3Chinos" Y que unos amigos de la universidad realizamos por allá en el año 2003. Apenas entrabamos a la universidad, y teníamos unas inmensas ganas de comenzar a hacer cosas. Lamentablemente ninguno de nosotros disponía de los recursos tanto técnicos como monetarios para comenzar a hacer realidad nuestros delirios.

Hace poco me encontré con (Creo) la única copia en papel que hay de uno de esos guiones, y que fue el escrito por mi, y ahora gracias a un terrible dolor de espaldas y una pronta ceguera, si continúo pegado 12 horas frente al computador, existe una copia digital.

Este es quizás el primer guión audiovisual que he escrito en mi vida. Al menos con cierta forma. Obviamente ahora que lo he transcrito he modificado ciertas cosillas, pero de la puesta en escena. Los diálogos siguen siendo los mismos de hace 7 años.

Los otros dos guiones creo que si se han perdido, o deben estar en manos de sus realizadores si es que no los quemaron. Afortunadamente yo no he quemado ni lo que escribí cuando tenía 10 años, son cosas realmente malas. Claro no es que lo escriba en estos tiempos realmente sirva para algo, pero bueno.

En fin. Los dejo, con el guión que conformaba la tercera historia y que cerraba nuestra película imaginaria.

ADVERTENCIA: Creo que es una historia que puede herir susceptibilidades. Así que bueno, no me hago responsable. Ya está advertidos.

0800-CUÍDAME.

Basado en una idea original de:

Narcisa García, Abel García y Daniel Dannery

Escrito por:

Daniel Dannery.

1.- INT. APARTAMENTO. NOCHE.

INICIO DE CREDITOS INICIALES.

Apartamento común citadino. El HOMBRE (36) sentado en el sofá, hace continuamente zapping a los canales del televisor. El hombre se detiene en un programa de TELEVENTAS que parece interesarle.

FIN DE CREDITOS INICIALES.

CORTE A.

2. INT. ESTUDIO TELEVISIVO. DÍA.

Un hombre (50) en Primer Plano habla con una sonrisa psicópata a cámara.

HOMBRE EN LA TV.

¿Cansado de estar solo en casa?, ¿Necesita cuidar de alguien?, ¿Pasa los días pensando que va a hacer de usted cuando se encuentre solo en este mundo? (EXALTADO) ¡Tenemos la solución a todos sus problemas!

La cámara abre el campo, y se muestra detrás del hombre un estudio televiso, con el típico decorado horrible de cartón, y colores chillones. El hombre sale de pantalla, y entran por los laterales, hasta encontrarse en el centro un hombre (TERRY, 30) y una mujer (Jeannette, 30). Al encontrarse se miran con una sonrisa ridícula, y hablan a cámara.

JEANNETTE.

(EMOCIONADA).

¡Hola Terry!

TERRY.

(NERVIOSO, PERO CON ENTUSIASMO)

¡Hola Jeannette!

JEANNETTE.

(EXALTADA)

Cuéntanos, ¿Qué te trae aquí está noche?

TERRY.

(TRISTE)

Me siento sólo en mi casa, llego todas las tardes y nunca hay nadie con quien hablar.

JEANNETTE.

(COMPLACIENTE Y EUFORICA)

Pues llegaste al lugar correcto ¡Terry!, (SE ESCUCHAN APLAUSOS FALSOS DE FONDO), es hora de que adoptes un… (CASI GRITANDO) ¡Vegetal! (SE VUELVEN A ESCUCHAR APLAUSOS FALSOS DE FONDO, TERRY PONE CARA DE SORPRESA)

TERRY.

(CONFUNDIDO)

¿Cómo es eso Jeannette?

JEANNETTE.

(AL PÚBLICO Y CON EMOCIÓN)

Gracias a la línea 0800-CUÍDAME

Aparece en un cintillo en pantalla el número, con sus respectivos parpadeos.

JEANNETTE (CONT.)

Tienes ahora la posibilidad de adoptar un vegetal

Terry se sorprende fingidamente y mira a cámara con la sonrisa de cartón.

JEANNETTE (CONT)

(EUFORICA)

¡Es perfecto!, tus días solo, sin nadie, se han acabado, alguien se morirá antes que tu. (APLAUSOS FALSOS).

TERRY.

(EXCITADO)

No te creo, no te creo, (CASI GRITANDO) ¡No te voy a creer nunca!

JEANNETTE.

(AFIRMANDO)

Claro, créeme Terry. (MIRANDO AL PÚBLICO.) ¡Que pase el Vegetal!

3.- INT. ESTUDIO TELEVISIVO. DÍA.

Una modelo despampanante (22) en traje sexy de enfermera entra por un lateral empujando una silla de ruedas, en la cual se encuentra sentada una mujer (78) en estado vegetativo. Se escuchan aplausos falsos. La silla de ruedas colocada en el centro del escenario comienza a dar vueltas sobre una plataforma rotativa. Mientras esto ocurre la voz en off del HOMBRE del principio comienza a sonar.

NARRADOR (V.O.)

(ANIMADO)

¡Adopta tu vegetal!, tendrás la oportunidad de tu vida. (OFRECIENDO) Podrás bañarlo, alimentarlo y compartir con tu familia –Si es que la tienes- esta bella experiencia. ¡Llama ya! Al teléfono que ves en pantalla.

Aparece nuevamente el cintillo con el número titilando.

NARRADOR (V.O.) (CONT.)

¡Muchas familias en todo el mundo ya han adoptado su vegetal!

4. INT. ESTUDIO TELEVISIVO. DÍA.

Jeannette y Terry ahora sentados en unos muebles al estilo TALK SHOW.

JEANNETTE.

¿Qué te ha parecido Terry?

TERRY.

(SORPRENDIDO)

Jeannette, ¡Estoy realmente sorprendido!, nunca me imagine que poder adoptar un vegetal podría cambia mi vida.

JEANNETTE.

Y no sólo la tuya, sino la de miles de personas más que ya ha se han adueñado de su (CASI GRITANDO) ¡Vegetal!

FUNDIDO A NEGRO.

5. EXT. CEMENTERIO. DÍA.

Una mujer (40) sonríe a cámara, con entusiasmo y emoción, tanta que intenta ocultar la felicidad que pronto podría estallar en un lloriqueo. No debemos descubrir en esta presentación que la mujer está en un cementerio.

MUJER.

(FELIZ)

Desde que tengo mi vegetal, todo cambió. Ahora mis amigos me visitan para ayudarme a bañarlo y cuidarlo (EUFÓRICA HACIENDO SEÑAL DE “BUENO” CON LA MANO) ¡Perfecto!, y me fue tan bien en la primera experiencia que adoptare otro.

Al abrir campo, la cámara muestra que la mujer está en un cementerio. Sobre una lapida hacia donde la mujer camina y deja flores, hay una foto de la mujer con su antiguo vegetal.

6. INT. ESTUDIO TELEVISIVO. DÍA.

Jeannette y Terry, sentados en una especie bar, toman una margaritas, con sus respectivos paraguas.

JEANNETTE.

(ALARMADA)

¿Qué piensas Terry?

Terry hace una pausa antes de contestar. Se le nota desilusionado. Pero le dura poco.

TERRY.

(ENTUSIASTA)

(BEBIENDO UN SORBO DEL TRAGO) Me has convencido Jeannette, a partir de ahora mi vida cambiará. (SEÑAL DE EMOCIÓN CON LOS BRAZOS.) ¡Voy a adoptar un vegetal! (APLAUSOS FALSOS.)

7. INT. ESTUDIO TELEVISIVO. DÍA.

Nuevamente vemos a la mujer vegetal dando vueltas sobre la plataforma rotativa, una luz celestial le baña su humanidad, y pareciera que cae escarcha sobre su cabeza. Mientras esto ocurre habla el narrador.

NARRADOR (V.O.)

Si llamas ya y adoptas un vegetal en los próximos cinco minutos. Recibirás un video sobre como cuidar a tu vegetal.

A Partir de este momento, la narración se verá acompañada gráficamente por imágenes acerca de lo que relata, muy al estilo de las típicas DRAMATIZACIONES “Antes” y “Después” de los Telecomerciales. Cada una de las pequeñas escenas que deben acompañar la narración esta acompañada de un *.

NARRADOR (V.O.) (CONT)

…Donde recibirás instrucciones básicas de cómo bañarlo*, alimentarlo*, cambiarlo*, moverlo* y ¡Limpiarle las escaras!* (EXALTADO) ¡No sólo eso!, también recibirás un llavero con la foto de tu nuevo compañero*, para que seas la envidia de todos tus amigos*. Y aun hay más. Si llamas en este momento recibirás una silla de ruedas plegable*, donde podrás guardar a tu vegetal debajo de la cama o en el armario*, si es que no quieres llevarlo contigo en las vacaciones (EMOCIONADO) ¡Y hay más!, si llamas en los próximos tres minutos…

En pantalla en negro vemos un reloj de pared, de esos blancos con aguja, redondos, en Blanco y negro.

NARRADOR (V.O.) (CONT)

…recibirás, el video de instrucciones básica*, tu llavero personalizado con la foto de tu vegetal*, la silla de ruedas*, una sonda* (EUFORICO) y no uno, sino, dos… ¡DOS! Galones de suero para que alimentes a tu vegetal*. Y si eres uno de los diez primeros en llamar, recibirás de obsequio una cámara fotográfica*

Aparece un cintillo en la pantalla que advierte lo siguiente: “LA CÁMARA FOTOGRÁFICA VIENE SIN BATERÍAS”.

NARRADOR (V.O.) (CONT)

…para que queden plasmados esos momentos especiales con tu vegetal.

En pantalla vemos una serie de fotografías caseras, muy mal iluminadas y completamente amateurs, de familias y personas en ocasiones especiales con su vegetal: Cumpleaños, viajes a la playa, pestañeos y agarradas de mano.

En un nuevo cintillo, aparece una nueva advertencia: <<LA EMPRESA NO SE HACE RESPONSABLE DE LESIONES CAUSADAS POR ABERRACIONES, PERVERCIONES Y FETICHES DE NINGUN TIPO>>

FUNDIDO A NEGRO.

8. INT. APARTAMENTO. DÍA.

El hombre apaga el televisor. Al lado del sofá una mesa de pie tiene un teléfono. El hombre lo toma y disca el número. Atiende una operadora a otro lado del teléfono.

El montaje debería estar alternado entre: El hombre escuchando a la operadora. Una máquina con una cinta rodando la voz de la operadora. Los dedos del hombre discando cada uno de los números de su elección. Y diversos objetos desplegados en el apartamento. Podrían ser fotografías del hombre en diversos momentos, en solitario. En ninguna de las fotos debe estar acompañado de otra persona, y en su mayoría, las fotos deben verse como autorretratos.

OPERADORA.

(TONO DE VOZ NEUTRO)

Usted ha llamado al 0800-CUÍDAME. Para adoptar. Presione 1. Para matar a su vegetal con la eutanasia. Presione 2. (SONIDO DE TECLA). Usted ha elegido la opción 1, adoptar un vegetal. Presione 1. si quiere una mujer. Presione 2. Si quiere un hombre. (SONIDO DE TECLA) Usted ha elegido la opción 2, un hombre. Presione 1. Si quiere un niño. Presione 2. Si quiere un adolescente. Presione 3. Si quiere un adulto. Presione 4. Si quiere un anciano. (SONIDO DE TECLA) Usted ha presionado la opción 3. Adulto. Presione 1. Si quiere un Asiático. Presione 2. Si quiere un Latinoamericano. Presione 3. Si quiere un norteamericano. Presione 4. Si quiere un Europeo. Presione 5. Si quiere un Africano. (SONIDO DE TECLA). Usted ha elegido la opción 1. Asiático. Usted ha adoptado un Vegetal: Hombre, Adulto, Asiático. Presione 1. Si la opción es correcta. Presione 2. Si la opción es incorrecta. (SONIDO DE TECLA) Usted ha presionado la opción 1. Opción correcta. Dentro de unos instantes lo comunicaremos con uno de nuestros operadores. Gracias por llamar a 0800-CUÍDAME, y recuerde: ¡Usted lo cuida, por la humanidad! ¡Vegetal es igual a felicidad!

Sonido de música de espera que continuará hasta el cierre de los créditos iniciales.

CORTE A.

CREDITOS FINALES.

Al finalizar los créditos iniciales. Se escuchara la voz en off de un operador en pantalla a negro.

OPERADOR (V.O.)

Buenos días. Ha llamado a 0800-CUÍDAME. Le habla Miguel Díaz. ¿De qué forma desea realizar el pago?

2003.

ESSE EST PERCIPI.

Para los interesados en el tema (me refiero al "Esse est percipi" que en español quiere decir: Ser es ser percibido) hay una película del año 1965, protagonizada por Buster Keaton, Titulada "Film", ésta película fue dirigida por Alan Schneider y escrita por el gran Samuel Beckett. En ella se ahonda el tema verdadero del "Otro" y "La mirada", una teoría filosófica de George Berkeley.

Mi guión es sólo una comedia absurda con guiños a los hermanos Zucker. Je!

Esse Est Percipi
Guión
Daniel Dannery.


ESC. 1. INT. CONSULTORIO PSICOLÓGICO. DÍA.

INICIO DE SECUENCIA DE CREDITOS INICIALES.

El consultorio es un espacio cerrado. Hay un escritorio. Dos sillones colocados uno frente al otro. En el centro de estos, colocada, una pequeña mesa que tiene sobre sí, juegos didácticos. El sitio está poco iluminado, a pesar de que la luz del despacho se encuentra encendida, es una luz amarilla muy anémica y tenue. De la ventana, casi no entran rayos de luz, la persiana esta cerrada. Sentado sobre en un diván esta el PACIENTE (Joven, 25 años, blanco, flaco, y no tan rozagante, pero sin llegar a estar completamente pálido). Ve a todos lados, esta muy nervioso. En uno de los sillones, el más cercano al diván, se encuentra sentada la PSICÓLOGA (30 años, saludable, no muy flaca, blanca, y de una mirada cautivadora, gracias a sus ojos verdes). Se miran ininterrumpidamente, se nota tensión en el aire, el paciente ve hacia todos lados, y la Psicóloga espera por él para empezar a hablar, se nota que ella no quiere dar la primera palabra.

FIN DE LA SECUENCIA DE CREDITOS INICIALES.

El paciente la ve, como organizando sus ideas, mueve los labios, muy cortamente pero sin soltar palabras. Luego de un rato y de lanzarle una mirada atemorizada habla:

PACIENTE.
Están averiguando, y todo apunta a que yo lo hice.

La psicóloga lo ve. De repente del lado derecho del paciente aparecen una gran cantidad de señas indicándolo: tablones con flechas, Flechas indicativas, carteles que llevan escrito: Fuiste tú, Tú, tú y solamente tú. Entre otras cosas. Y del lado izquierdo un viejito que lo señala parcamente con el dedo índice. Cuando la psicóloga habla ya no aparece ninguna de estas cosas.

PSICÓLOGA.
¿Tienes alguna coartada?

PACIENTE.
La verdad es que no.

PSICÓLOGA.
¿Y por qué te acusan?

PACIENTE.
Ellos dicen que la relación que tenia con el… bueno que es muy sospechoso, todos sabían que el no me caía muy bien… pero usted sabe que yo soy incapaz de matar una mosca, aunque me den un poco de asco.

PSICÓLOGA.
Entiendo. Cuéntame ¿Cómo te sientes?

PACIENTE.
Bueno usted sabe doctora. De eso ya hemos hablado.

FLASHBACK:
El paciente en un fondo blanco, y vestido de flux y corbata mira a cámara y dice:

PACIENTE:
A veces siento que no me siento.
CORTE A.

PRESENTE.

PACIENTE (CONT)
Bueno no de eso específicamente, pero si de cómo me hacía sentir cuando estaba vivo.

PSICÓLOGA.
Claro, pero ahora… ¿Cómo te sientes?

El paciente ve el sofá vacío, y luego el diván donde esta recostado.

PACIENTE.
Bastante cómodo.

PSICÓLOGA.
Sobre lo que te acusan.

El paciente mira a los lados, paranoico.

PACIENTE:
No se si decirlo.

PSICÓLOGA.
Sino lo dices entonces, el que estés aquí no sirve de nada.

PACIENTE.
Claro pero… ¿Y sí me escuchan?… ¿Y sí lo saben?

PSICÓLOGA.
Nadie lo va a saber, más que yo… Estas aquí solo conmigo. No hay nadie más.

El paciente ve hacía el piso. Por detrás salen un Krishna, un policía, el mismo viejito que lo había señalado con el dedo, y un pingüino. La psicóloga les hace señas para que salgan.

PACIENTE.
¿Y si usted les cuenta?

PSICÓLOGA.
No le voy a contar a nadie, ya sabes que esta conversación es privada, y la información que das aquí se mantiene en secreto. Hay un acuerdo de confidencialidad.

Al lado del paciente aparece un hombre disfrazo de “Acuerdo de confidencialidad” quien saluda al paciente.

PACIENTE.
(SALUDANDO)
Si claro, pero mi mamá.

Foto de la mamá del paciente sonriendo exageradamente, lleva como vestimenta una bata de dormir blanca, el fondo es verde. La imagen es acompañada por una musical celestial.

PACIENTE (CONT)
Usted sabe, yo le he contado como es mi mamá.

Foto de la mamá del paciente sonriendo exageradamente, lleva como vestimenta una bata de dormir blanca, el fondo es verde. Esta vez lleva guindando del cuello unos binoculares inmensos. La imagen es acompañada por una musical celestial.

PACIENTE (CONT)
Ella averigua todo aunque uno se lo esconda… seguro debe estar viendo por los binoculares desde afuera para ver por la ventana.

PSICÓLOGA
La ventana esta cerrada, y tú mamá tampoco se encuentra aquí.

PACIENTE.
Eso es lo que no sabe usted.

PSICÓLOGA.
¿Quieres que abra la puerta para que veas que no está allá afuera?

PACIENTE
Bueno.

La psicóloga lo ve fijo con gesto de "¿En serio?".

CORTE A.

ESC. 2. INT. CONSULTORIO PSICOLÓGICO. DÍA.
La psicóloga se para del asiento dispuesta a abrir la puerta del consultorio. Y justo cuando va a llegar el paciente la detiene.

PACIENTE.
¡No!

La psicóloga se detiene. Mira hacia el techo. Respira profundo y exhala. Voltea hacia donde está el Paciente. Y lo ve arrodillado en el diván con el cuerpo en dirección a la puerta.

PACIENTE.
Seguro se fue, porque sabía que íbamos a abrir la puerta, yo se como es ella.

PSICÓLOGA.
No hay nadie allá afuera, más que mi secretaria.

PACIENTE.
Seguro su secretaria es una informante.

PSICÓLOGA
¿Informante? Si, ella me informa acerca de la gente que tengo que pasar a consulta. ¿Sabes qué?

La psicóloga en un acto rápido abre la puerta.

PSICÓLOGA (CONT)
Aquí no está tú mamá.

PACIENTE.
(CALMADO)
Seguro se fue antes de que usted la abriera.

La psicóloga le da la espalda a la puerta. Y se ve que sale corriendo una viejecita por el pasillo.

PSICÓLOGA.
Bueno, entonces para que no vuelva dejamos la puerta abierta, si así te sientes mas tranquilo.

PACIENTE.
Bueno.

PSICÓLOGA.
Comencemos de nuevo.

La psicóloga se sienta en el sillón nuevamente.

PACIENTE.
Claro ella seguro se devolvió a ver por los binoculares… pero como la persiana esta cerrada… no sabrá nada.

PSICÓLOGA.
Eso, comencemos de nuevo. ¿Cómo te sientes ahora que está muerto?

PACIENTE.
(LENTAMENTE, DIVAGANDO)
Bueno… no sé si este bien decirlo. Pero yo… veo… que me siento bien.

PSICÓLOGA.
¿Te sentiste bien, cuando te enteraste que se murió?

PACIENTE.
Si, bien. Pero no bien, de por ejemplo como dos perros teniendo… usted sabe…teniendo (CRUZA LOS DEDOS DE LA MANO) claro yo no me siento bien viendo a los perros, son los perros los que se sienten bien, claro que si yo fuese un perro, me sentiría muy bien.

PSICÓLOGA
Entiendo, pero tú. ¿Qué tan bien te sentiste cuando te enteraste?

PACIENTE
Mal muy mal…

CORTE A

ESC. 3. INT. CONSULTORIO PSICOLÓGICO. DIA.
De repente el paciente se encuentra hablando frente a un micrófono parado sobre una pequeña tarima. Comienza a hacer una representación teatral de todo lo que dice.

PACIENTE. (CONT)
Pero luego me sentí bien. Fue como un alivio.

De repente aparece un violinista tocando, y más atrás el mismo viejito que siempre lo señala.

PACIENTE. (CONT)
Como si hubiese cargado toda mi vida con una vaca en la espalda, y usted sabe como pesan las vacas, y de momento, como si la vaca se me hubiese caído en el camino. Solo que claro es muy difícil intentar revivir una vaca.

La psicóloga lo mira como desconcertada. El paciente saca un billete de su bolsillo y se lo da al violinista. La psicóloga saca una tarjeta de puntuación de esas que usan en concursos desde abajo con el número 3 escrito en ella.

CORTE A.

ESC. 4. INT. CONSULTORIO PSICOLÓGICO. DIA.
El paciente esta vez está sentado de nuevo en el diván y la psicóloga le pregunta:

PSICÓLOGA.
¿Y tienes alguna idea de quién pudo matarlo?

PACIENTE.
Me vienen muchas a la cabeza.

CORTE A.

ESC. 5. PANTALLA EN NEGRO.
Negro. Aparece en letras blancas lo siguiente:

Como el presupuesto no alcanzo para reflejar las ideas. Aquí damos una lista completa de las ideas que nos vienen a la cabeza:


Un toro sentado
Una legión de zombies enardecidos
Una buena película venezolana
La resurrección de George Berkeley
Danny Glober Hablando en español
Miranda Forever (Una trilogía)
Una representación teatral del código procesal penal
Sylvester Stallone en tanga
Jason vs. Freddy vs. Alien vs. Depredador vs. Una ardillita

(Y todas la demás que se le ocurran al equipo de trabajo)

Y una linda foto de la mascota de un amigo.

Foto de la mascota.

CORTE A.

ESC. 6. INT. CONSULTORIO PSICOLÓGICO. DIA.
Continuación de la escena 4.

PSICÓLOGA. (CONT)
¿Y no has pensado que realmente lo pudiste haber hecho tú?

PACIENTE.
¿Yo?

PSICÓLOGA.
Si, tú.

PACIENTE
Pero usted sabe que soy incapaz…

PSICÓLOGA
De matar una mosca lo sé…

PACIENTE
Aunque me den asco.

PSICÓLOGA.
Existen casos en que los pacientes bloquean el acto que han cometido, como un mecanismo de defensa, para no tener que afrontar la realidad.

PACIENTE.
Claro, la anulación del propio yo, para depender de los demás.

De repente al lado del paciente hay una mujer dándole aire con una gran hoja de palma, y una mujer que tiene un vaso en su mano y se lo acerca al paciente para que tome el contenido con un pitillo. Al lado de la mujer que tiene el vaso, esta el viejito que lo señala con el dedo.

PSICÓLOGA.
Por eso. Creo que seria bueno que recurriéramos a la hipnosis, para comprobar si realmente estás diciendo la verdad.

PACIENTE.
¿Hipnosis? ¿Usted cree?... yo he escuchado que es un procedimiento muy peligroso.

PSICÓLOGA.
Pero estás con una profesional. Sólo puedo hacerlo con tu consentimiento.

PACIENTE.
Claro, mi consentimiento. Pero usted cree que realmente haga falta. Yo de verdad estoy seguro de que no lo hice. No veo por qué…

PSICÓLOGA.
¿Quieres salir de todas las dudas?, ¿Si realmente eres un asesino, no te gustaría saberlo? En vez de pasar toda tu vida, cargando a cuestas el inmenso peso de la culpa sobre tus hombros, despertarte cada mañana pensando en algo, que no recuerdas pero que esta ahí latente, que a veces no te deja ni respirar, sintiéndote como la peor de las lacras de esta sociedad, por algo que seguramente no hiciste, hasta que se demuestre lo contrario.

PACIENTE.
Cuando usted lo dice suena mucho peor de lo que había imaginado. ¿Y duele? No tarda mucho ¿Verdad?

PSICÓLOGA.
No, no. Es un procedimiento rápido. Piensa que es un abrir y cerrar de ojos.


CORTE A.

ESC. 7. INT. CONSULTORIO. DIA.
La psicóloga tiene en su mano un péndulo que lo hace oscilar a lado y lado. El paciente ve el péndulo. Y sigue con la mirada el movimiento.

PSICÓLOGA.
Sientes que tus parpados cada vez están más pesados.

El paciente continúa viendo el péndulo. Y luego de unos segundos dice:

PACIENTE.
¿Sabe que anoche soñé con usted?

La psicóloga lo mira, mientras ondea el péndulo en sus manos.

PSICÓLOGA.
Eso no nos importa ahorita. Concéntrate en el péndulo.

El paciente continúa viendo el péndulo, sin despegarle la mirada.

PACIENTE.
Claro, el péndulo. Lo que pasa es que creo que el sueño era como premonitorio.

La psicóloga adopta una postura intimidante, y hace ondear el péndulo cada vez más rápido.

PSICÓLOGA.
Tus parpados se sienten pesados, muy pesados.

El paciente, se le nota cansado, pero no deja de ver el péndulo.

PACIENTE.
En el sueño. Usted hacia lo mismo. Hacia que el péndulo fuese de lado y lado. Y yo como ahorita lo miraba yendo ir y venir de lado y lado. La única diferencia es que en el sueño usted tenía como los dientes mas afilados… pero no todos.

La psicóloga sonríe mientras ondea el péndulo. Al hacer la sonrisa se le ven dos colmillos afilados.

PSICÓLOGA.
Sientes que tu cuerpo ya no pesa. Que estás en un estado de relajación total.

El paciente ya en un estado de ebriedad intenta mantener los ojos abiertos, y continúa diciendo.

PACIENTE.
Y sus ojos, sus ojos no eran verdes, sino blancos

La psicóloga esta vez tiene los ojos blancos, y sonríe, los colmillos se ven ahora con más claridad.

PSICÓLOGA.
Ahora me vas a contar que hiciste anoche.

El paciente, trata de mantener la vista fija.

PACIENTE.
De repente un hilo de sangre salía de su boca. No recuerdo bien, pero tenía sangre en la boca.

La psicóloga tiene un rastro de sangre en el labio, que se limpia con la mano.

PSICÓLOGA.
Cuando escuches el chasquido de mis dedos, quedarás completamente dormido, pero podrás escuchar mi voz con claridad.

El paciente cae rendido sobre el diván, con los ojos cerrados y dice:

PACIENTE.
Luego usted se acercaba a mí, con los dientes afilados y me daba un beso en el cuello. Creo que era un beso.

El paciente queda absolutamente dormido sobre el sillón.


FUNDIDO A NEGRO.

ESC. 8. INT. CONSULTORIO. DIA.
El paciente sentado en su sillón. Mira a la psicóloga, esta vez está un poco más pálido de lo normal.

PSICÓLOGA.
(CON UNA SONRISA LEVE)
Hemos terminado por hoy, nos vemos la semana que viene. Toma mucha agua que se te ve muy mal. Descansa. Siempre es bueno tomarse unos días libres.

El paciente se para del diván.

PSICÓLOGA.
Si quieres te firmo un reposo medico para que así no tengas problemas en el trabajo.

La psicóloga empieza a llena un reposo medico

PSICÓLOGA.
Bueno la semana que viene seguimos hablando sobre lo que te trajo aquí hoy.

Acompaña al paciente hasta la puerta. Conversan en la puerta.

PSICÓLOGA.
Y no te preocupes ese asunto con tu madre se soluciona rápido, lo que si me deja un poco mal es sobre ese problema que tienes con las mujeres, pero no te preocupes como te dije es sólo un espejo de la relación con tu madre, luego hablaremos de eso.

El paciente sale por completo del consultorio.

PSICÓLOGA.
Recuerda tomar mucho liquido, estás muy flaco, a las mujeres no nos gustan tan flacos.

La psicóloga le lanza una sonrisa a la secretaria. Y dice:

PSICÓLOGA.
El siguiente.

Un hombre bastante flaco y pálido se para de la silla de espera.

PSICÓLOGA.
¿Cómo está? Hoy será nuestra última sesión.

La psicóloga y el hombre entran al consultorio. La puerta se cierra.

CORTE A.

PANTALLA A NEGRO.

CRÉDITOS FINALES.


2008.

Dato interesante (Al menos para mi memoria): Recuerdo que escribí éste guion porque me gustaba una chica que estudiaba psicología y también era actriz, y pensé: "Si escribo un guión y la pongo a protagonizar el corto, a lo mejor tengo suerte y tiempo para que me conozca mucho mejor". Obviamente nada ocurrió, ni grabe el corto, ni termine de novio con la chica, ella si se consiguió un novio, que estudiaba psicología (Ironías). En todo caso me hace pensar que Freud tenía razón, lo único es que no te asegura el éxito.
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