Fuego en las manos.

FUEGO EN LAS MANOS.

Tragedia breve

Daniel Dannery.

ACOTACIÓN ESPACIAL.

Deposito. El piso tiene un tono rosado. Las paredes son de color marfil. Todo es pulcro. Al fondo una ventana abierta por donde se cuelan ruidos de una ciudad en caos; a pesar de que lo que vemos a través de ella es un bosque, la luz proveniente del exterior irá cambiando a medida que la acción transcurra, de un blanco enceguecedor, al oscuro total. Una puerta color rojo del lateral derecho. Una lámpara pende del techo como la única luz que da vida al espacio, y se mueve de manera pendular descubriendo por instantes a los personajes que están desplegados por el espacio como sombras que transitan sin rumbo o estatuas quietas por el dolor. No hay asientos. El escenario está prácticamente vacío. Suena el ruido de un carro transitando. Diana (La mujer que reza, 68 años, gorda, y sucia), reza constantemente en una esquina del cuarto, está parada con un plato de comida en las manos, le reza al plato, como si fuese lo único que existiera. Marianella (Claustrofóbica, 70 años, delgada, y alta) y Gladys (Adolorida, 70 años, contextura gruesa, y de cabellera larga y blanca) posan sobre la ventana intentando ver hacía el exterior. Leonel (40 años, moreno, alto y delgado) está en el centro del escenario, lleva apenas unos pantalones blancos de tela roídos y con manchas de un tono oscuro que pudiesen ser sangre, lleva  el torso desnudo, se mira las manos y las frota con algo de fuerza, dice algo entre dientes pero es inentendible. Todos visten de pijama, o batas desgastadas.

Vuelve a sonar el carro. Esta vez, como si el aparato estuviese dentro de la sala.

Marianella se sobresalta.

MARIANELLA: (ASOMÁNDOSE POR LA VENTANA BRUSCAMENTE) Shhh…

GLADYS: (JALÁNDOLA DE LA BATA) ¿Ya vienen?

DIANA: (EN SOTIBOCHE) Díos te salve maría llena eres de gracia… (ÉSTA ORACIÓN LA DIRÁ COMPLETA EN LA MEDIDA QUE AVANCE LA ACCIÓN EN ESCENA. AL CULMINARLA SUS REZOS VOLVERÁN A EMPEZAR. SIEMPRE CON EL AVE MARÍA.)

MARIANELLA: (INTENTANDO APARTAR A GLADYS) Shhh…

GLADYS: ¿Lo escuchaste?

MARIANELLA: Hace un momento.

LEONEL: (CERRANDO SUS PUÑOS CON FUERZA) ¡Cállense!

MARIANELLA: Ven,  a lo mejor podemos escuchar mejor desde la puerta. (VAN HACÍA LA PUERTA)

LEONEL: (CORRIENDO HACÍA LA PUERTA DE MANERA BRUSCA Y VIOLENTA) ¡No te acerques a la puerta! La puerta es mía.

GLADYS: (UN DOLOR AGUDO LA SORPRENDE Y CAE A LOS PIES DE LEONEL) No aguanto más… no puedo soportarlo…

DIANA: …Santa María madre de Dios, ruega por nosotros pecadores…

LEONEL: (ACERCÁNDOSE BRUSCAMENTE A DIANA) ¿Qué haces? ¿Por qué no te metes el puto plato en la boca de una vez? ¡Cállate!

MARIANELLA: (A GLADYS) Respira, eso ayuda, respira. (GLADYS SE QUEJA CONSTANTEMENTE DEL DOLOR, SUS QUEJIDOS SON LOS DE UN ANIMAL MORIBUNDO. SUENA UN CARRO QUE SE ALEJA, AL HACERLO, EL RUIDO DE UNAS SIRENAS ENSORDECE EL LUGAR, UNA LUZ ROJA BAÑA EL ESPACIO. LEONEL SE ENLOQUECE Y CORRE HASTA EL OTRO EXTREMO DEL CUARTO.)

LEONEL: (HISTÉRICO) ¡Déjenme en paz!... ¡Déjenme en paz! … ¿No me escuchan?

DIANA: (SU VOZ DEBE ESCUCHARSE POR SOBRE EL SONIDO DE LA SIRENA) Díos te salve María llena eres de gracia…

LEONEL: (ABALANZÁNDOSE CONTRA DIANA) Si no te callas yo mismo te arrancaré la lengua.

MARIANELLA: (CORRIENDO HASTA LEONEL PARA INTENTAR  DETENERLO) ¡Ya! ¡Cálmate!... Déjala.

LEONEL: (MOSTRÁNDOLE LAS MANOS A DIANA) ¿Las ves? ¿Ah? ¿Las ves? Con estas manos te arrancaré la lengua.

MARIANELLA: (EMPUJANDO A LEONEL, QUIEN CAE AL SUELO) ¡Que te quedes quieto! ¡Maldita sea!

(EL SONIDO DE LA SIRENA CESA. LOS QUEJIDOS DE GLADYS SE SIENTEN COMO UN LLANTO LEJANO).

DIANA: Y bendito es el fruto de tu vientre Jesús…

MARIANELLA: (DÁNDOSE CUENTA DE LO QUE ACABA DE HACER) Lo siento. (CAYENDO ABATIDA. LUEGO DE UN SILENCIO COMIENZA A LLORAR.) Yo tampoco lo soporto…

LEONEL: (SE ACERCA A MARIANELLA A GATAS, LA MIRA DETALLADAMENTE EN SILENCIO. LUEGO DE UNA PAUSA) ¡Vete a la mierda!

(SE PARA COLÉRICO Y VA CORRIENDO HASTA DONDE SE ENCUENTRA DIANA, SE LE LANZA ENCIMA Y LE ESTRUJA EL PLATO DE COMIDA EN LA CARA SIN APARTÁRSELO DURANTE UNOS SEGUNDOS. EJERCE FUERZA SOBRE ELLA HASTA QUE CAE SOBRE SUS RODILLAS Y DIANA ADOPTA UNA POSICIÓN DE SUMISIÓN. MARIANELLA SE PARA ATERRADA Y VA HACÍA DONDE SE ENCUENTRA GLADYS, LA ABRAZA CON TIMIDEZ BUSCANDO RESGUARDO EN ELLA. LEONEL ABANDONA A DIANA, QUIEN QUEDA ABATIDA EN EL SUELO, Y SE ACERCA HASTA LAS ANCIANAS SE ARRODILLA FRENTE A ELLAS.)

LEONEL: (MOSTRÁNDOLE LAS MANOS)  ¡El dolor es aquí! Aquí, justo aquí es donde duele. Y quema, como si me hubiesen encendido por dentro. ¿Eso lo entiendes?

SILENCIO.

(LEONEL SE PARA Y SE SIENTA DEL OTRO LADO DE LA HABITACIÓN. GLADYS CONTINÚA QUEJÁNDOSE.)

MARIANELLA: (A GLADYS. BAJO) Shhh. Van a venir. Yo sé que van a venir. Aguanta un poco.

(SE ESCUCHA NUEVAMENTE EL SONIDO DE UN CARRO EN EL EXTERIOR. ESTA VEZ EL CARRO SE ESTACIONA, RUIDOS DE GENTE BAJÁNDOSE DEL CARRO Y UNA PUERTA QUE SE CIERRA. LA LUZ DEL BOMBILLO COMIENZA A TITILAR. MARIANELLA VE HACIA SUS LADOS CON GLADYS EN BRAZO E INTENTA ACERCARSE A LA VENTANA HASTA LLEGAR AL BORDE.)

MARIANELLA: Te lo dije.

GLADYS: ¿Qué?

MARIANELLA: ¿No lo escuchas? Ahí viene.

LEONEL: (CON TENSA CALMA, DESDE DONDE SE ENCUENTRA SENTADO) No te acerques a la ventana. La ventana es mía.

MARIANELLA: Yo escuche que iban a venir. Tenía razón.

LEONEL: Si te acercas un poco más te voy a quemar por dentro como lo hice con ella (REFIRIÉNDOSE A DIANA QUIEN ESTÁ VOLVIENDO EN SI HASTA QUEDAR CON LA CABEZA ENTRE  SUS RODILLAS. COMIENZA A MOVERSE SUAVEMENTE HACIA UN LADO Y OTRO EN SILENCIO. )

LEONEL: (A DIANA. SIMPÁTICO) ¿Quieres más? ¿Ah? Puedo darte de beber mi vino sagrado (SE PARA Y VA HACIA ELLA.) ¿Te gusta el color amarillo? ¿Ah? Porque mi vino es tan amarillo como una naranja. (RÍE. MIENTRAS LO HACE SE VA BAJANDO LOS PANTALONES)

MARIANELLA: (A GLADYS) Te dije que vendrían.

SE ESCUCHAN GOLPES PROVENIENTES DE LA PUERTA. SILENCIO. LA LUZ SE APAGA. EL ESCENARIO QUEDA COMPLETAMENTE A OSCURAS. EL BOSQUE QUE SE PROYECTA DESDE LA VENTANA SE VA HACIENDO MÁS NÍTIDO PARA EL ESPECTADOR, DEJANDO VER INDICIOS DE ALGUNOS EDIFICIOS EN LLAMAS QUE SOBRESALEN ENTRE LAS RAMAS DE LOS ÁRBOLES. SILENCIO. LA PUERTA ROJA COMIENZA A ABRIRSE. SE ESCUCHA EL PISOTEAR DE LOS ENFERMOS QUE SE APILAN EN UNA ESQUINA.  UNA LUZ BLANCA ENTRA DESDE EL EXTERIOR DE LA PUERTA, LA FIGURA DE UN HOMBRE QUE ES EMPUJADO ESTREPITOSAMENTE, SE VE ENTRAR AL SALÓN. LA PUERTA SE CIERRA RÁPIDAMENTE, Y EN SINCRONÍA CON ELLA UNA SANTAMARÍA ES BAJADA IMPIDIENDO QUE SE PUEDA SEGUIR VIENDO A TRAVÉS DE LA VENTANA. TODO QUEDA A OSCURAS. SE DESTILA TENSIÓN EN EL AMBIENTE. SILENCIO. VLADIMIR EL ENFERMO NUEVO, SE QUEJA DE DOLORES, SON QUEJIDOS QUE PUEDEN DENOTAR QUE CON ANTERIORIDAD ESTE HOMBRE PUDO HABER SIDO GOLPEADO. SILENCIO. MURMULLOS DE GLADYS Y MARIANELLA, QUE INTENTAN ACERCARSE A GATAS HACÍA VLADIMIR.

MARIANELLA: ¿Quién está ahí? (PAUSA) Contesta.

GLADYS: No te acerques más. No me dejes sola.

DIANA: (BAJO) Díos te salve María llena eres de gracia, el señor es contigo…

LEONEL: ¡Cállate de una buena vez!

(EN LA OSCURIDAD LEONEL SE LEVANTA VIOLENTO HASTA DONDE ESTÁ DIANA, RUIDOS DE GOLPES. UN CONSTANTE MARTILLEO COMIENZA A SONAR PROVENIENTE DEL TECHO. UNOS ALARIDOS GUTURALES SON EMANADOS DE LA IRA DE LEONEL. EL MARTILLEO SE HACE MÁS RÁPIDO Y VIOLENTO. MARIANELLA Y GLADYS CORREN HASTA OTRO SITIO DE LA HABITACIÓN, PREGUNTÁNDOSE Y VOCIFERANDO:

¿Qué pasa? ¡No le hagas daño!

FINALMENTE ESCUCHAMOS UN GRITO DESGARRADOR.

EL MARTILLEO CESA. SILENCIO. LA ALARMA COMIENZA A SONAR POR UNOS SEGUNDOS. LA SANTAMARÍA DE LA VENTANA SE LEVANTA DEJANDO VER UN ATARDECER QUE SE CONFUNDE CON EL FUEGO QUE CALCINA LAS HOJAS DE LOS ÁRBOLES. LA LUZ SE PRENDE, Y DESCUBRIMOS A LEONEL EN UN LATERAL CON LAS MANOS ENSANGRENTADAS, LAS MIRA ABSORTO CONCIENTE DE QUE A COMETIDO UN TERRIBLE DELITO. EL CUERPO DE DIANA YACE MUERTO AL PIE DE LA VENTANA. MARIANELLA DEJA ESCAPAR UN GRITO DE IMPRESIÓN Y OCULTA LA CABEZA DE GLADYS ENTRE SU PECHO. COMIENZA A LLORAR. VLADIMIR TENDIDO EN EL SUELO INTENTA ENTENDER TODO LO QUE ESTÁ PASANDO.)

LEONEL: (IN CRESCENDO) Mi nombre es Leonel Polando. Tengo 42 años. Mi nombre es Leonel Polando. Tengo 42 años. Mi nombre es Leonel Polando. Tengo 42 años.

MARIANELLA: (GRITA ACUSADORAMENTE) ¡Asesino!

LEONEL: (GRITA) Mi nombre es Leonel Polando. Tengo 42 años.

(VLADIMIR SE PARA Y CORRE HASTA LEONEL ASESTÁNDOLE UN GOLPE EN LA CABEZA QUE LO DERRIBA, DEJÁNDOLO DESMAYADO. LUEGO SE ACERCA HASTA LAS DOS MUJERES.)

MARIANELLA: No nos hagas daño. Por favor. Ella está muy mal.

VLADIMIR: Tranquilas.

MARIANELLA: ¿Quién eres?

VLADIMIR: Uno más.

MARIANELLA: ¿Ellos te enviaron?

VLADIMIR: ¿Quiénes?

MARIANELLA: Los que me dijeron que sólo estaría aquí un par de días.

VLADIMIR: ¿Un par de días? ¿Cuánto tiempo llevas aquí?

GLADYS: (AGARRANDO CON SUS ÚLTIMAS FUERZAS A VLADIMIR POR LA CAMISA) Ayúdame…Sácanos de aquí. No puedo respirar. (GLADYS CAE DESMAYADA.)

VLADIMIR: (MIRANDO A MARIANELLA) Nadie puede salir de aquí.

LEONEL COMIENZA A DESPERTAR.

MARIANELLA: Shhhh… se está parando.

VLADIMIR AGARRA DE UNA ESQUINA UN PEDAZO DE TELA SUCIA DEL TAMAÑO DE UN MANTEL QUE PARECIESE SER UN PEDAZO DE SABANA. LA ENROLLA Y LUEGO LA TOMA ENTRE LAS DOS MANOS LOGRANDO OBTENER  UNA ESPECIE SOGA GRUESA. SE ACERCA HASTA LEONEL QUIEN SE DESPIERTA TOSIENDO Y ADOLORIDO. VLADIMIR TOMA DEL CUELLO A LEONEL CON LA SOGA IMPROVISADA Y LO ARRASTRA HASTA EL CADÁVER DE DIANA.

VLADIMIR: ¿Esto lo hiciste tú?

LEONEL: (CASI SIN PODER EMITIR PALABRA) ¿Yo?

VLADIMIR: Sí, tú. ¿Ahora te vas a hacer el pendejo?

LEONEL: Yo le dije que se callara.

VLADIMIR: ¿Y ahora?

LEONEL: ¿Ahora qué?

VLADIMIR: ¿Qué vas a hacer?

LEONEL: No sé de qué hablas.

VLADIMIR: Hay que hacer algo con esto. (REFIRIÉNDOSE AL CADÁVER DE DIANA)

LEONEL: Está muerta.

VLADIMIR: Eso lo sé, todos aquí lo saben. ¿Crees que te vas a librar así de fácil?

LEONEL: (EN MEDIO DEL LLANTO) Yo no quería ella me obligo.

VLADIMIR: ¿Te obligo?

LEONEL: Tenía las manos incendiadas. Toca, toca (INTENTANDO EXTENDERLE LAS MANOS, MIENTRAS VLADIMIR LO AHORCA CADA VEZ CON MÁS FUERZA)

VLADIMIR: Vas a sentir la misma cosa.

(VLADIMIR LO PRESIONA CON FURIA CONTRA SU CUERPO. LEONEL CASI NO PUEDE RESPIRAR. ANTES QUE LEONEL CAIGA ASFIXIADO VLADIMIR LO SUELTA Y LE RESTRIEGA LA CARA EN EL CHARCO DE SANGRE QUE EL CADÁVER DE DIANA A ACUMULADO EN TORNO A SU FIGURA. LUEGO DE DARSE POR SATISFECHO, VLADIMIR PATEA A LEONEL HACIA UNA ESQUINA, QUIEN CONFUNDIDO E INTENTADO RESPIRAR CAE ABATIDO. VLADIMIR MIRA A MARIANELLA Y GLADYS QUE OBSERVAN TODO CON TERROR, DESENROLLA LA SABANA Y LA TIENDE SOBRE DIANA; AL HACERLO VLADIMIR SUSURRA EL “AVE MARÍA”. AL TERMINARLO SE SIENTA AL PIE DE LA VENTANA.

LARGO SILENCIO. GRITOS, SIRENAS, Y CAOS COMIENZAN A SONAR A LO LEJOS. MARIANELLA SE SOBRESALTA.)

VLADIMIR: Tranquila.

MARIANELLA: Tienen que venir.

VLADIMIR: Cuanto lo siento.

MARIANELLA: Ellos dijeron que iban a venir.

VLADIMIR: Te mintieron.

MARIANELLA: Ellos me dijeron que iban a venir.

VLADIMIR: (CON RABIA) ¡Basta!... Nadie va a venir… ya te lo he dicho…

GLADYS (REPONIÉNDOSE): ¿Entonces para qué encerrarnos aquí? No era mejor que nos dejaran allá afuera pudriéndonos con el resto.

VLADIMIR: Están haciendo lo mismo en todas partes.

GLADYS: No tiene sentido.

VLADIMIR: Cuando quieres ocultar los números tiene bastante sentido.

PAUSA LARGA. EL CAOS EXTERNO COBRA MAYOR PRESENCIA, DE REPENTE TODO QUEDA EN UN SILENCIO ABSOLUTO.

MARIANELLA: ¿Escuchan?

GLADYS: ¿Qué?

VLADIMIR: (PARÁNDOSE Y MIRANDO HACÍA LA VENTANA) No se escucha nada.

LEONEL: Falta poco. (RÍE)

MARIANELLA: (A GLADYS) ¿Ves? Te lo dije, que todo iba a salir bien. No querías creer en mí.

GLADYS: ¿Van a venir por nosotros?

MARIANELLA: Claro que van a venir, para eso nos aislaron, para protegernos.

LEONEL: (GRITA) Falta poco.

GLADYS: Eso es bueno. Es bueno que vengan por nosotros. ¿Verdad?

VLADIMIR: Shhhhh… Algo está pasando.

LEONEL COMIENZA A REÍR FRENÉTICAMENTE. PASADO UN RATO VLADIMIR COMIENZA A DESESPERARSE PERO ANTES QUE PUEDA ABALANZARSE DE NUEVO CONTRA LEONEL, LAS LUCES VUELVEN A PAGARSE, UNA LUZ ROJA COMIENZA A PASEARSE POR TODO EL LUGAR, COMO LA LUZ DE UNA SIRENA POLICIAL, Y EL RUIDO DE UNA ALARMA SE PRECIPITA TORMENTOSAMENTE EN EL SALÓN, UNA VOZ RADIAL COMIENZA A TRANSMITIR EL HIMNO DE VENEZUELA COMO UNA MARCHA AGOTADA Y DESARMONIZADA. EN MEDIO DE LA BULLA, LA LUZ ROJA CESA. LA CIUDAD DESDE LA VENTANA SE ESTÁ CONSUMIENDO EN LLAMAS. VLADIMIR MIRA DE ESPALDAS AL PÚBLICO POR LA VENTANA, POCO A POCO SE VAN UNIENDO AL CUADRO MARIANELLA, GLADYS Y LEONEL, LOS CUATROS OBSERVAN LA CIUDAD ACABADA. UNA INTERSECCIÓN NO PERMITE EL FINAL DEL HIMNO. LAS LUCES NO VUELVEN A PRENDERSE, VEMOS A LOS CUATRO COMO UNAS SOMBRAS, UNOS FANTASMAS QUE PARECIERAN PERDERSE EN LO QUE PODRÍA CONFUNDIRSE CON UN OCASO. SILENCIO.

LEONEL: Falta poco.

VLADIMIR: No. Ya no falta nada.

UNA EXPLOSIÓN ENSORDECEDORA SE APODERA DEL ESPACIO.

BLACKOUT FINAL.

Daniel Dannery.

Feb-Jun. 2011.