Todo el contenido de este Blog está protegido por la Constitución de Venezuela, la ley sobre el derecho de autor, el Código Penal, el Código Civil y las demás leyes locales. Está prohibida la utilización de los artículos para cualquier fin comercial o no, a menos que se solicite y se otorgue el correspondiente permiso por escrito.

domingo, 5 de septiembre de 2010

CAPERUCITA ROJA Y EL LOBO.

Hace unos años emprendí la escritura de una obra juvenil basada en los cuentos de Dahl. En aquella época Lissy (Elizabeth) me ayudo en la adaptación de estos cuentos, y escribimos juntos al menos dos versiones, ésta que hoy publico y la inconclusa "Blancanieves y los 7 Enanitos". Como todo lo que emprendía hace unos años, nunca vio luz el proyecto, y se quedaron los otros cuentos a medio escribir. Y termine montando con el taller de teatro otra obra.

Todos lo días me prometo que voy a retomar el proyecto, pues los cuentos de Dahl me encantan, y con éstas adaptaciones me divertí mucho escribiéndolas, sobre todo sacandole mucho jugo a algo que descubrí me gusta, la rima.

En todo caso aquí les dejo lo que seria el primer cuento, de una obra conformado por "Blancanieves" y "Ricitos de oro". Por supuesto el personaje de la NIÑA es un hilo conductor. La obra tiene unas escenas previas antes de caer en este cuento, pero me parece innecesario publicarla en este momento.


Caperucita Roja y el Lobo.

Adaptación teatral del cuento "Caperucita Roja y el Lobo" de Roald Dahl,

perteneciente al libro "Cuentos en Verso para niños perversos".

Versión

Daniel Dannery y Elizabeth García.

ENTRA UN NARRADOR, VESTIDO DE ETIQUETA CON UN MICRÓFONO EN LA MANO. AL SALIR EL NARRADOR, SUENA MÚSICA TELEVISIVA DE PROGRAMAS DE CONCURSO, ACOMPAÑADA DE APLAUSOS ENLATADOS. CAPERUCITA SALE. LA NIÑA QUEDA EN EL CENTRO DEL ESCENARIO. EL NARRADOR SE POSICIONA EN UN PODIO Y COMIENZA A HABLAR, MIENTRAS HABLA UNA TONADA DE CUENTOS DE FANTASÍA ACOMPAÑA LA NARRACIÓN.

NARRADOR: Érase una vez, un lugar, muy lejano, pero ni tan lejano… sin nombre, donde se hallaba un bosque solitario, oscuro, tenebroso, deprimente, seco, aburrido, fastidioso….

ENTRA CAPERU.

CAPERU: ¡Sintetiza! –SALE-

NARRADOR: En que una mañana, un tonto Lobo, se encontraba buscando, algo más que lodo.

LOBO: -SALIENDO- Ya lo he probado todo, lombrices, madera y hasta cartón. Mi estomago suena más que un trombón. –SONIDO DE TROMBON- ¡ay!

NARRADOR: El bobo y no tan espantoso Lobo, recordó de inmediato la ubicación exacta de una pequeña casa, donde habitaba una adorable anciana y su pequeña y encantadora nieta a la que todos por obligación llamaban: -SONIDO FUNEBRE Y CORO FUNEBRE- Caperucita roja. Una chica un tanto atolondrada. Para no asustar a su cena, tocó a la puerta, y asumió postura de gentileza.

LOBO: ¿Uñas limadas? Listo. ¿Peinado retro descuidado? Listo. ¿Dientes afilados? Listo.

EL LOBO TOCA LA PUERTA. LA ANCIANITA ABRE:

LOBO: ¿Puedo pasar señora?

ANCIANA: ¿Diga?

LOBO: ¿Puedo pasar?

ANCIANA: En este momento no necesito ningún sofá.

LOBO: No vengo a vender nada. Solo quiero merendar.

ANCIANA: Lo siento… Ya ha esta edad me da fastidio cocinar. –INTENTA CERRAR LA PUERTA-

LOBO: No trate de huir de mi señora, pues mi hora de comer es ¡Ahora!

ANCIANA: No me comas a mí que soy tan flaca.

LOBO: Al menos llevaría el estomago lleno por una semana.

ANCIANA: Por ahí viene mi nieta que es una extraña muchacha.

LOBO: Siempre le he tenido tirria a la gente extraña.

ANCIANA: Cómetela a ella, yo te ayudaré a cocinarla.

LOBO: Me gustan más cuando están vivos. El fuego a la carne cruda, la deja sin propiedad y un poco dura.

ANCIANA: Ella es de buen color. Ni te preocupes, yo apago el fogón.

LOBO: ¿Por qué voy a querer esperar a una niña si justo frente a mí tengo te tengo a ti?

ANCIANA: Lobo ¡Te lo suplico! cómete a otra que conmigo volverás a tener hambre en un ratito.

LOBO: Anciana no te hagas rogar igual te voy a tragar.

ANCIANA: Pero Caperu sabe mucho mejor que yo. Ya lo veras.

NIÑA: ¡Un momento!

LA ANCIANA Y EL LOBO DEJAN DE ACTUAR Y TODOS LOS PERSONAJES SE ASOMAN POR DISTINTAS PARTES DEL ESCENARIO PARA VER QUÉ HA PASADO.

NIÑA: Estoy segura de que así no era este cuento, yo nunca había escuchado que el Lobo se pusiera a discutir con la abuela y que ella para no dejar de existir le hubiera ofrecido de comida a su nieta que paseaba por ahí.

SALE CAPERÚ MOLESTA

CAPERÚ: - A LOS PERSONAJES- ¡Vuelvan todos adentro! – A LA NIÑA- ¡Pero que niña tan testaruda! Nos pediste que te contáramos nuestras historias, así que mejor te callas. AL NARRADOR - ¡Que siga la escena con la abuela!

LOBO: -AL PÚBLICO- Ya me canse de esperar, a esta anciana me voy la a tragar.

NARRADOR: En seguida se la comió pero con un hueco en el estomago quedó, tan flaca en verdad era la abuela que tragársela fue más fácil que cenarse una ciruela. Seguía teniendo el estómago vacío y ahora estaba molesto por ese preciso motivo.

LOBO: La vieja no me fue de gran ayuda, tendré que esperar ahora para comerme también a la otra criatura. –PENSATIVO- ¿Cómo puedo disfrazarme? Si me pinto de payaso sabrá que soy un fracaso.

NARRADOR: De tanto pensar se empezó a calentar. Pero al verse sin tiempo, una idea vino a su cabeza sin contratiempo.

LOBO: Ella viene a visitar a la vieja. Si me pinto como ella, podré engañarla para luego saborearla.

NARRADOR: En la cabeza se puso una malla y encima de eso un gran y enorme sombrero, luego su cara arregló con base y sombra de ojos multicolor y labial rojo en sus labios colocó. Se puso luego un vestido de la abuela, medias pantis y unas pantuflas casi sin suela. Un poco de perfume se roció, para no llamar tanto la atención.

ENTRA CAPERÚ A LA CASA.

CAPERÚ: ¿Cómo estás abuela querida?

LOBO: Un tanto acatarrada.

CAPERÚ: Tómate cualquier cosa con limón. Te he traído todas éstas flores muertas para hacer un gran adorno y colocarlo en la puerta.

LOBO: Sabes que me dan alergia las matas.

CAPERU: Que olvidadiza soy. Por cierto, ¿Será que yo estoy viendo mal o tus orejas has hecho agrandar?

LOBO: Es que a esta edad la audición se pone regular.

CAPERU: Pero con toda la tecnología, algún aparato habrá, con el que puedas escuchar.

LOBO: Ehhh…. Si. Por eso me mande a hacer estas orejas para que nadie se dé cuenta de que estoy tan vieja.

CAPERU: ¿Pero no había unas sin pelos?

LOBO: Ignóralas querida mía y prepárate que ya…

CAPERÚ: ¿Y será que estás tan anciana que también la vista te empieza a fallar? –RIE-

LOBO: ¿Lo dices por mis grandes ojos?... Son las hormonas del pollo.

CAPERU: Vieja coqueta. ¿Te has mandado a hacer también unos ojos nuevos para absolutamente toda mi belleza apreciar?

LOBO: Quédate quieta. Son unos lentes de contacto los que hacen que veas mis ojos tan grandes en poco rato. No te preocupes más por mis cosas nuevas y tranca bien todas las ventanas para que nadie nos vea, quiero decir, no vaya a ser que llueva – RIE-

CAPERÚ: Haré lo que me pides. ¡Pero abuela! –VIENDO DIRECTAMENTE A LA PIEL DEL LOBO- no me habías dicho que en el pueblo habían descuentos de pieles, desde aquí veo el abrigo que debajo del vestido… ehh que debajo de tu vestido… mmm… ehhh…

CAPERU SE QUEDA TRABADA SIN SABER CON QUÉ PALABRA RIMAR “PIELES”

NIÑA: ¡Tienes! – RIE-

CAPERU: -HACIA LA NIÑA- ¿¡Cómo?!

NIÑA: ¡Tienes! Tienes rima con pieles. –LA NIÑA REPRESENTA LA ESCENA TAL CUAL- “no me habías dicho que en el pueblo habían descuento de pieles, desde aquí veo el abrigo que debajo del vestido tienes” –RIE – Creo que la rima se me da mucho mejor que a ti – SIGUE RIENDO –

CAPERU: ¡Basta! Esa es MI línea, esta es MI historia y te recuerdo que estás dentro de MI bosque, así que será mejor que te comportes o ¡te amarraré justo en la cima de aquel poste!

NIÑA: Bueno lo siento, no sabía que eras tan sensible…

CAPERU: ¡Y yo no soy sensible! – AL LOBO – Di otra vez tu parlamento, para así poder continuar con el cuento.

LOBO: no vaya a ser que llueva…

CAPERU: Haré lo que me pides. ¡Pero abuela! –VIENDO DIRECTAMENTE A LA PIEL DEL LOBO- no me habías dicho que en el pueblo habían descuentos de pieles, desde aquí veo el abrigo que debajo del vestido tienes.

LOBO: ¿Te parece?

CAPERU: Yo también quiero comprarme uno, dime en donde los venden que a lo mejor lo consigo si me apuro.

LOBO: Niña, la que necesita unos lentes eres tú, te toca preguntarme por mis dientes no por la piel que escondo debajo del perol este – AGARRÁNDOSE EL VESTIDO-

CAPERU: Tus dientes los veo normales, grandes y brillantes como siempre. Es que algo me preocupa, te has puesto peluda últimamente.

LOBO: Mi piel ahora no es lo importante, yo lo que quiero es saciar mi hambre, ¡Así que no seas impertinente y pregúntame ya por mis dientes!

CAPERUCITA DEJA EL JUEGO Y UN TANTO MOLESTA PROSIGUE.

CAPERU: Basta de tonterías. ¿Dónde está mi abuela?

LOBO: ¿Cómo?

CAPERU: No pensaras que me lo he creído todo. Yo se muy bien que tu eres el Lobo.

LOBO: ¿Lo dices por el maquillaje? No se me da muy bien lo de pintarme.

CAPERU: ¿Será posible que te la cenaste? Abuela, abuelita, si aun respiras da señales de vida.

ABUELA -DESDE EL ESTOMAGO DEL LOBO-: No sé cómo es posible. Pero si me escuchas es increíble.

LOBO: ¿Con que esas tenemos? Prepárate para ser comida y hacerle compañía.

CAPERU: Me veras pequeña y atontada, pero tengo unas cuantas cartas debajo de la manga.

LOBO: No podrás con el filo de mis dientes. De un mordisco te acabare finalmente.

CAPERU: Sólo inténtalo y veras como tu cabeza la quito de lugar.

LOBO: Ya veremos quien ganará. Ahora, comienza a pelear.

CAPERU Y EL LOBO COMIENZAN A CORRETEAR.

CAPERU: Cuidado Lobo. Mira detrás de tuyo, un cazador armado, te está mirando.

EL LOBO VOLTEA HACIA ATRÁS. CAPERU SACA UNA ESCOPETA DE SU CESTA.

LOBO: A mi no se me puede engañar. –VOLTEA- ¿Qué es eso?, vamos pequeña. Era todo un juego, no hay necesidad.

CAPERU: Te quedan pocas palabras. Esta escopeta esta un tanto remendada.

LOBO: Podemos conversarlo. ¡No la aprietes mucho!, suelta ese aparato.

CAPERU: ¿Abuela estás ahí?

ABUELA –DESDE EL ESTOMAGO DEL LOBO-: Si pequeña aquí estoy, si me escuchas confusa es que tanto movimiento me difusa.

CAPERU: Cúbrete abuelita mía. Que éste, esta a punto de pasar a mejor vida.

LOBO: ¿De verdad no hay otra solución?

CAPERU: Dime Lobo. ¿Por qué tan grandes y afilados tus dientes?

LOBO: Para comerme mejor ¿a la gente?

RUIDO ESTRUENDOSO DE ESCOPETA. APAGON.

NARRADOR V.O: Desde entonces cuando hace frío, la muy viva suele abrigarse, con un bello abrigo color marrón, lo poco que quedó, de un Lobo que se creía un gran bribón.


2008.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...