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jueves, 8 de marzo de 2012

Douglas 138 DC-2s




A Danilo Dannery.

Del cuento al cuento. Porque hay que ver que mucho vividor con pinta de parasito abunda camuflado con traje de socialista, comunista, altruista, pedoista, monarquista, y todas las listas de istas posiblemente vistas.
Que llegar a viejo no es tarea fácil. Ni tener el interior con mancha de excremento, porque la mano no llega bien al culo, y el papel a veces ni alcanza para limpiar tanta mierda, sobre todo la vida misma que se lleva a cuesta. ¡No! ¡No!, papel para eso no alcanza, ni siquiera tela de la más cara.
Y llegar a viejo con la baba que se cae como si de un perro se tratara, profesando igualdad en los pueblos cuando el gusto del faisán vale mas. La mentira tampoco es fácil, y el dominio de poseer al otro y hacerse ver menos aun.
Se confunde la pasta con la prole, el licor con libertad, y el paquete de uñas saladas que profesaba Von Gomas con el verde estampado en el papel rectangular. Que basta leer dos o cuatro libros en la vida para creer que es uno es más sabiondo que cualquier mujer indígena que prefiere pedir antes que trabajar. 
Ahhh la igualdad.
¡Otro scoth en las rocas por favor!
On the rock´s le voy a dar en la sien al culicagado que se me presente con tres limones. Que los prefiero mejor en vaso limpio, y agua fermentada del más puro manantial con hielo de grifo. Igualdad, porque tanto Abajo como Arriba en algún punto se unen.
Llegar a viejo es quitarle la vida a la familia, y mejor pensar en joder al otro que caerse a peos y decir ¡me voy a matar! ¡Me voy a matar! Con el culillo que da esa vaina. Si nos han enseñado desde chiquitos que la pelona es una de las cosas más horribles, que dolor, que dolor, que pena digo yo, y Mambrú en la guerra, quitándose alguna uña encajada.
Llenarse de cremita para bebé, o lubricar el culo con gelatina Rolda, porque está cara la Lubrix, e igual las dos están hechas a base de agua, pero prevenido antes que lamentar, y leer bien el empaque que diga “sin alcohol” no vaya a ser que se te irrite la hemorroide y pases toda la vida sangrando, como menstruando, pero por el culo, pero desangrando, y desangrando hasta que te agarren, te bajen los pantalones y escuches venir al tumulto de iguales gritando, armando una barulla de barrio con el Primera de fondo, y el grato recuerdo de Simoncito en la caracas de ayer.
¡Agarren al viejo!
¡A ese lo cojo yo primero!
¡Revísale el bolsillo!
¡El bastón le sirve a mi abuelo!
Llegar a viejo no es fácil y menos si te engañaste a ti mismo pensando que tu vida seria más tranquila, que estarías en los miamis tomando agua de coco con uno mayor de 18. Soplando vela sin diente, y creyendo que la familia que siempre jodiste se iba a ser cargo de ti.
Y me proclamo agnóstico, porque jamás en mi puta vida como buen venezolano que soy he vivido una guerra y he tenido que comer carne humana, soy más humanizado y mejor no creer en nada, porque creo solo en mí. Igualdad. Igualdad la que hago con la estafa, y la mano sudada hedionda a semen fresco, riendo, riendo, revolcándome en mi calor humano. Porque llegar a viejo es haber tenido las pilas bien puestas y haber sido más avión que cualquier Douglas 138 DC-2s pensar en los nietos, la responsabilidad y cuantos me llevé por el medio.

Para eso no existen recuerdos.                                     

Daniel Dannery
Noche tranquila del 6 de diciembre de 2006. 

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